El ejército estadounidense reveló el miércoles (30 de octubre) las primeras imágenes y videos de su operación de comando en Siria que resultó en la muerte del líder de Daesh Abu Bakr al-Baghdadi, otros cinco miembros del grupo yihadista y dos “niños pequeños”.
Donald Trump había considerado publicar extractos del video de la redada, que pudo seguir personalmente en tiempo real desde la Casa Blanca gracias a las cámaras integradas de los miembros de las fuerzas especiales.
El miércoles, en una conferencia de prensa, el Pentágono mostró varias fotos y vídeos donde se ve a una docena de soldados acercándose al complejo donde estaba escondido el líder jihadista en una aldea en el noroeste de Siria.
El Pentágono ha hecho algunas aclaraciones sobre el progreso de la operación. Por lo tanto, cuando Abu Bakr al-Baghdadi detonó la bomba que llevaba en el túnel en el que estaba acorralado, la explosión mató a dos niños pequeños, no a tres, como inicialmente se dijo.
“Además de los dos niños”, “seis miembros de Daesh murieron en total” durante la redada: “cuatro mujeres y dos hombres, incluido Baghadi”, dijo el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos. Las mujeres estaban “amenazando” y vestían chalecos explosivos.
Aseguró que otros once niños habían sido “protegidos por las fuerzas de asalto” y dos hombres capturados. Se han incautado equipos y documentos electrónicos en cantidades “sustanciales”.
Otros combatientes no identificados murieron en el área cuando abrieron fuego contra helicópteros estadounidenses, dijo el general sin proporcionar el número. Se transmitió un video que muestra ataques aéreos contra este grupo de combatientes.
El perro “héroe” herido durante la redada
En cuanto al perro-soldado alabado como “héroe estadounidense” por el presidente Donald Trump, que precedió a los militares en el túnel, fue herido por cables eléctricos expuestos por la detonación provocada por el líder yihadista, pero está listo para reanudar el servicio.
El ADN de Abu Bakr al-Baghdadi fue tomado de los escombros y luego comparado con el obtenido durante su estadía en una prisión en Irak en 2004, confirmando “sin lugar a dudas” su identidad.
Una vez que se completó la operación, el complejo fue “destruido” para evitar que se convirtiera en “un lugar de peregrinación”, agregó el general McKenzie, mostrando imágenes que en su opinión se asemejan a “un lote baldío con grandes baches “.
Los restos de Abu Bakr al-Baghdadi fueron “sumergidos en el mar de acuerdo con las leyes de la guerra dentro de las 24 horas de su muerte”, agregó.