El despliegue de agua desde el aire “podría llevar al colapso de toda la estructura de la catedral”, dijeron los expertos. A medida que los medios de comunicación en Francia comenzaron a mostrar el tweet en sus transmisiones, los responsables franceses dieron el paso inusual de rechazar el punto en inglés en Twitter, señalando que la fuerza del agua lanzada desde un avión podría terminar siendo la causa de la destrucción de la catedral.
“Se están utilizando todos los medios, excepto los aviones que bombardean el agua que, si se usan, podrían provocar el colapso de toda la estructura de la catedral”, tuiteó la Agencia de Seguridad Civil y Gestión de Crisis del Ministerio del Interior de Francia. De hecho, la cuenta tuiteó cuatro veces para abordar la idea de combatir las llamas desde el aire, lo que, según dijeron, podría causar más daño que las llamas. “Todos los medios están comprometidos con la excepción del avión Canadair, técnicamente inadecuado, para extinguir este tipo de fuego”, escribió la agencia en francés.
“La caída de aire en este tipo de edificio podría provocar el colapso de toda la estructura”, continuó la agencia en un segundo tuit. En un tercer tweet, la agencia explicó por qué las gotas de aire podrían ser contraproducentes a sus esfuerzos por salvar la catedral. “El helicóptero o avión, el peso del agua y la intensidad de la caída a baja altura podrían debilitar la estructura de Notre-Dame y causar daños colaterales a los edificios circundantes”, declaró la agencia.
En un cuarto tweet, la agencia nuevamente explicó su razonamiento, pero esta vez en inglés. El fuego representó un desafío único para los bomberos cuando intentaron salvar la estructura del siglo XIII. No solo el edificio está hecho de piedra, sino que los funcionarios dijeron que todo el interior de madera de la catedral probablemente sería destruido. La catedral también alberga varias obras de arte y objetos históricos que los funcionarios intentaban salvar de las llamas. Después de que estalló el fuego alrededor de las 7 pm, el techo de la catedral y la aguja de 90 metros se derrumbaron. Pero cuando se acercaba a la medianoche, los funcionarios dijeron que habían logrado detener la propagación del fuego.