En la constante búsqueda del confort, el control de las condiciones ambientales en general y el de la temperatura en particular juegan un papel decisivo. Aunque la temperatura ideal para que las personas se sientan cómodas se sitúa entre los 18 y los 21º C, la realidad es que varía según la actividad que se esté realizando
La temperatura ambiente es un elemento fundamental para que las personas se sientan cómodas en los espacios que habita o frecuenta. Pero, como cabe suponer, mientras que para una persona en situación de descanso, sin ejercitarse en exceso, con 20º C serán suficientes, si esta misma realiza algún tipo de ejercicio necesitará que esta temperatura descienda algunos grados, y se sitúe entre los 16 y los 18º C, en dependencia del esfuerzo que esté realizando.
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La temperatura ideal para vivir
En este 2020 en las ciudades del sur se está superando la barrera de los 40º C con una facilidad pasmosa. Está claro que con estas temperaturas la vida se complica. Es muy difícil alcanzar estados de confort en los hogares, concentrarse en los estudios o llevar a cabo una actividad profesional con normalidad.
Como norma general, en todo el país no se baja de los 20 grados, por lo que es habitual hacer uso de aires acondicionados y ventiladores como los que ofrecen tiendas online especializadas. En este sentido, la oferta es tan amplia y generosa que resulta de gran ayuda acudir a las webs comparativas, a esas otras páginas digitales que ponen a disposición de sus usuarios y visitas la más amplia información sobre todo tipo de ventiladores.
El ejemplo más claro, se localiza en la dirección web mejoraelaire.com, donde se tiene la más amplia información de distintos tipos de ventiladores (de torre, de pared, sin aspas, con agua, portátiles, de techo, de pie e incluso silenciosos).
La sensación térmica y el equilibrio térmico
Tener uno de estos aparatos hará que la sensación térmica disminuya y, por lo tanto, el confort que se alcance sea mayor. En cualquier caso, los estudios que se han llevado a cabo por especialistas climatólogos, indican que, el umbral térmico en el que la mayoría de las personas dice sentirse cómodo, va a depender de factores psicológicos y fisiológicos. Esto se debe a que, en último término, será el organismo de cada cual el que active sus propios mecanismos de termorregulación para encontrar el equilibrio térmico con el exterior.
En este equilibrio térmico entran en juego otros elementos, además de la temperatura y la capacidad reguladora del cuerpo. La humedad, la radiación solar, el viento… son otros factores que se conjugan para que, por un lado, se tenga una sensación térmica y, por otro, exista una temperatura real, completamente diferente.
La sensación de calor aumenta con la humedad, al igual que ocurre cuando hay un gran porcentaje de humedad relativa y las temperaturas han disminuido, en estos caos la sensación de frío será bastante mayor que los grados que hay. El viento produce el mismo efecto hasta un límite aproximado a los 40º C, en el que cuanto más sople el viento más calor se siente.
En general y, para resumir, se deben dar las condiciones para que los entornos que se habiten se encuentren entre los 21 a los 26 grados. Esto se debe a que el cuerpo, por regla general, también está a esta temperatura, por lo que encuentra un equilibrio con el entorno, pero sin obviar, como se ha venido indicando, el resto de condiciones.
La temperatura cuando se ejercita
El aumento en las ventas en aparatos eléctricos climatizadores para el hogar y los espacios de trabajo se duplica año tras año. Sin embargo, estos aparatos no son útiles cuando se habla de la temperatura existente en espacios exteriores, como, por ejemplo, cuando se trabaja en la calle o se practica algún tipo de deporte al aire libre.
En este caso son otros los factores que se deben valorar, comenzando con evitar la exposición a elevadas temperaturas, y al ejercicio físico en el caso de los niños y las personas mayores. Sobre todo, no se debe hacer deporte cuando la humedad es alta, pues entorpece la capacidad para perder calor del organismo humano.
Entre otros consejos, para evitar un excesivo aumento en la temperatura corporal de aquellas personas que hacen deporte o tienen un trabajo físico en el exterior, hay que limitar la exposición a una radiación solar elevada, esto es, como norma general, entre las 11:00 y las 16:00 horas.
También es aconsejable no entrenarse a 24 grados durante más de una hora. Lógicamente, habrá que mantenerse siempre hidratado con la ingesta constante de agua fría o bebidas energéticas, antes, durante y después del ejercicio.
Por último, la ropa es fundamental, ya que debe mantener al cuerpo con una buena ventilación, evitando prendas que aumenten la transpiración, como el nailon o las fajas de neopreno.