El reparto de publicidad y todas las técnicas de marketing relacionadas han tenido que pararse durante unos meses a causa del COVID-19 en Madrid. Ahora, con la llegada de la nueva normalidad, las empresas deben apostar fuerte por reforzar su imagen con este tipo de métodos.
Durante muchos años, el buzoneo y todas las técnicas de marketing relacionadas con el mismo han sido los métodos tradicionales a través de los cuales, las empresas han ido reforzando su imagen y mostrando sus servicios de una manera fácil, rápida y directa.
Lo cierto es que, con la crisis del COVID-19, las compañías madrileñas tuvieron que parar este tipo de actividad, debido a las medidas sanitarias y de seguridad establecidas. Actualmente, la nueva normalidad ha llegado y es por ello que hay que volver a retomar todas estas prácticas publicitarias. Se trata de un método muy importante que suele ofrecer buenos resultados, por este motivo, lo ideal es contratar los servicios de una empresa de buzoneo en Madrid para que la entidad que lo necesite vuelva a utilizar esta técnica con el objetivo de seguir reforzando su imagen de cara a público y llegar hasta sus clientes potenciales.
Estos son los dos pilares fundamentales por los que el buzoneo se convierte en una de las técnicas de marketing y publicidad más importante, la potenciación de la imagen de la empresa y la marca y el contactar con un mayor número de clientes o de público objetivo.
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¿Qué es el buzoneo?
Al hablar de buzoneo se está haciendo referencia a una tradicional técnica de mercadotecnia. Tal y como su nombre indica, el método consiste en introducir la publicidad de la empresa en cuestión, en los buzones, ya sea de otros locales, viviendas o comunidades. Aunque a priori, muchos piensan que es un trabajo sencillo, lo cierto es que se trata de una tarea más complicada de lo que parece, teniendo en cuenta que hay que contar con una buena organización, para no dejarse atrás ni un solo buzón de Madrid.
En este sentido, la organización consiste en delimitar cuáles son los buzones en los que más conviene echar esta publicidad, sabiendo de antemano que tras ellos, se encuentran los clientes potenciales de la empresa. Para hacerlo de manera adecuada, es fundamental que de forma previa, se lleve a cabo un trabajo de geolocalización.
¿Cuántos tipos de buzoneo existen?
Cuando se habla de buzoneo, se viene a la cabeza el profesional que echa la publicidad directamente en el buzón. Es cierto que es el método más tradicional, pero no el único que existe, puesto que hay que tener en cuenta los diferentes tipos de buzoneo entre los que se puede elegir, en función del público al que se quiere llegar o de la campaña publicitaria que se quiere llevar a cabo.
Además del buzoneo por geolocalización, también se puede hablar del poming. En este caso, es un método que está dando muy buenos resultados en los últimos años y es por ello que cada vez es más utilizado. El poming consiste en dejar la publicidad colgada en los buzones, lo que hace que las personas lo vean de forma mucho más rápida, siempre teniendo en cuenta que el diseño debe ser más atractivo y llamativo.
Por otro lado, también se puede elegir el perching, que es bastante parecida a la anterior, aunque en este caso, el soporte para dejar colgada la publicidad es el vehículo.
Otra técnica de publicidad bastante utilizada es la del direccionado, con la que se envía la publicidad a un destinatario concreto, añadiendo su nombre y su dirección. De igual modo, está el método del parabriseado, que es la actividad en la que se deja la publicidad en los parabrisas de los coches.
Claro está, la cartelería tampoco puede olvidarse, puesto que también es una de las técnicas más tradicionales. Se crean carteles publicitarios con diseños originales y llamativos, que se colocan en lugares debidamente autorizados y bastante estratégicos.
Y finalmente, otro tipo de buzoneo es el de la publicidad directa, donde los profesionales entregan los folletos en mano a los usuarios. Esta técnica se suele llevar a cabo en lugares específicos y con gran afluencia de público, tales como puntos turísticos, ferias, congresos o incluso universidades.