Un plato de ducha es la solución ideal para cualquier reforma que estemos realizando en nuestro baño. Es común, sobre todo en casas donde se hace una reforma, sustituir la vieja bañera por un plato de ducha.
La selección de los nuevos materiales y elementos del baño: sanitarios suspendidos, grifo de lavabo de cascada, etc, se combinan con el espacio que ofrece el plato de ducha. Existen muchas opciones, y tal vez la más moderna sea acceder a una selección de platos de ducha de resina o piedra natural. No obstante, vamos a explicarte todos los tipos de plato de ducha que tienes para elegir:
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Tipos de platos de ducha
Estos se pueden clasificar en función a dos criterios principales, de acuerdo a su tamaño o en base al material con el cual están elaborados.
Según el material:
Los más comunes son: cerámicos, acrílicos, de piedra natural o de composición mineral.
- Platos de ducha cerámicos
Estos son de los más comunes, sin embargo, han de ser manipulados con sumo cuidado dado que no tienen gran resistencia a los impactos.
Cuentan con una superficie totalmente impermeable que te permite contener el agua y dirigirla hacia el punto de desagüe.
- Acrílico
Los acrílicos son los platos favoritos de muchas personas. Este modelo está reforzado a base de fibra y acrílico, consiguiendo con ello una enorme resistencia.
- Mineral
Uno de los modelos más usados por personas con movilidad reducida. Este tipo de plato evita a estas personas tropezar con obstáculos y ofrece un agarre y sujeción mucho más adherente.
- Piedra natural
La piedra natural es uno de los materiales más hermosos y vistosos que pueden integrarse en el baño; pero además de servir como un elemento decorativo, su composición los hace muy resistentes a los impactos y al desgaste.
Normalmente son de granito o mármol y, en su instalación ofrecen una inclinación que evita la desnivelación y, por tanto, el emboce del agua.
¿Qué tamaño elegir para el plato de ducha?
El plato de ducha se usa, además de por comodidad y practicidad, para ahorrar espacio en el baño. En este sentido, si la intención es ganar el máximo espacio a la estancia, lo mejor es adquirir platos de ducha semicirculares o cuadrados.
Estos tipos de platos se adaptan perfectamente a cualquier espacio y son extraordinariamente funcionales.
Sin embargo, si sí que dispones de una buena porción de espacio, no dudes en colocar un plato de ducha grande rectangular que te dé más sensación de amplitud.
En primer lugar, debes tomar en consideración el área que quieres destinar para la zona de ducha, para poder elegir la forma que más se adapte al espacio que deseas utilizar.
Por otra parte, y dado que vas a cambiar uno de los elementos más importantes del baño, puedes aprovechar para añadir una grifería más moderna, una puerta corredera para acceder a la estancia, iluminación, espejos, elementos decorativos concretos…
Por último debes tomar en cuenta la intención que tienes al momento de cambiar tu bañera por un plato de ducha. Ya que si lo que buscas es eliminar la barrera de acceso que genera la bañera, lo ideal es emplear un plato elaborado a base de elementos naturales o minerales que cuenten con menor espesor y facilitan el acceso al mismo.