Las mascarillas de protección contra el coronavirus son, en la actualidad, uno de los mejores recursos para frenar la pandemia del coronavirus. Su demanda se ha disparado y, desde que su uso se ha impuesto como obligatorio, han pasado a ser de un útil sanitario a un complemento más de moda y belleza. En este sentido, la tendencia actual la marcan las mascarillas quirúrgicas de colores.
A estas alturas de evolución de la pandemia, a nadie le cabe ninguna duda de que el coronavirus ha marcado un antes y un después en la forma de actuar que tiene la sociedad. La nueva normalidad ha afectado profundamente a los comportamientos sociales con el fin de frenar la curva de contagios y evitar que los rebrotes vuelvan a poner en jaque a los sistemas sanitarios.
El distanciamiento y higiene forman parte de las normas, pero sobre todo el uso generalizado de mascarillas desechables de colores, que ya se han popularizado en negocios como salones de belleza, salones de tatuajes, restaurantes… para garantizar la seguridad de la clientela durante el tiempo que se lleven en los establecimientos.
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Uso de mascarillas de quirúrgicas de colores en los negocios
En este 2020, el complemento más vendido son las mascarillas quirúrgicas o desechables que protegen frente a los contagios y evitan multas, pues su uso es obligatorio en los espacios públicos. No es de extrañar, por tanto, que el mercado de las mascarillas ofrezca un sinfín de posibilidades para esta prenda que viste y protege.
En los negocios, como salones de belleza, de tatuajes, peluquerías, oficinas, restaurantes… las mascarillas quirúrgicas de colores son las que suman más adeptos.Aportando un toque de color a este complemento que se ha vuelto imprescindible, se consigue distinguir al personal que trabaja en establecimiento, diferenciándolo de los clientes.
Al mismo tiempo, el lugar de trabajo ofrece una imagen unificada, con más estilo, jugando con los tonos del uniforme. Ya que se han convertido en un complemento obligado para garantizar la seguridad, la siguiente apuesta es concederle una nota de color para que aporten estilo, sobre todo en los negocios relacionados con la moda y la belleza.
Las mascarillas de colores cumplen con la misma función que las habituales, protegen y evitan tanto ser contagiado como contagiar, aunque las quirúrgicas tienen como objetivo principal este último factor; no contaminar hacia el exterior.
Aunque no protegen tanto, sí se evitan contagiar a los demás, por lo que, si se usa de forma masiva, tal y como ha impuesto el gobierno, nadie contamina a nadie. Aun así, es conveniente que los lectores conozcan qué tipos existen y qué requisitos deben cumplir para que adquieran las que crean más convenientes y de este modo garantizar su propia seguridad.
Tipos de mascarillas
Cuando se habla de mascarillas contra el covid19, básicamente pueden separarse en dos tipos, mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de protección respiratoria, que también se conocen como filtrantes o auto filtrantes. Sus características y el nivel de protección que ofrecen son bastante diferentes, por lo que conviene conocer sus diferencias. En este artículo se van a ver a groso modo, pero para ampliar información, basta con hacer clic referenciado con anterioridad.
Diferencias entre mascarillas quirúrgicas y filtrantes
Conociendo las diferencias entre las mascarillas quirúrgicas y las filtrantes los consumidores pueden decidir qué tipo comprar para tener un nivel de protección u otro.
Las mascarillas quirúrgicas son las que más se han popularizado, también en su versión de colores, y son las que ha utilizado tradicionalmente el personal médico para entrar en quirófano, para cirugías u otros procedimientos delicados, con el objetivo de evitar contagiar a los pacientes con procesos infecciosos que complicasen su recuperación. Estas mascarillas son muy efectivas para evitar la transmisión hacia el exterior, es decir, para no contagiar a los demás, pero no son del todo efectivas para proteger a quien las lleva.
Como cabe suponer, su uso es esencial para aquellos que presentan síntomas o que son portadores del virus para evitar que virus continúe propagándose. Del mismo modo, si se usan masivamente por la población, son muy eficaces para contener los contagios. Son desechables de uso particular y de un solo uso. Este aspecto es muy importante, pues un error muy frecuente en la población es usarla durante varios días o más de 4 horas, que es su vida útil máxima. Pasado ese tiempo, hay que reemplazarla por otra.
Las mascarillas filtrantes, en cambio y tal y como su propio nombre indica, contienen un filtro de micropartículas, protegiendo a su portador de fuera hacia dentro en distintos grados. Algunas vienen con una válvula de exhalación para reducir la humedad dentro de la mascarilla, que hace que sea mucho más cómoda para el usuario, que siente una menor sensación de resistencia respiratoria.
La OMS recuerda que además del uso de mascarillas, se deben adoptar otras medidas preventivas para evitar la propagación del virus, como el lavado frecuente de manos, con agua y jabón o gel hidrológico cuando no sea posible, seguir las normas de distanciamiento social y evitar tocarse la nariz, ojos y boca.