Los sistemas electrónicos inundan nuestras vidas. En nuestro día a día convivimos con sistemas electrónicos que ayudan a que nuestra vida sea más sencilla. En el teléfono móvil, el ordenador, los electrodomésticos, la televisión, los sistemas de calefacción, la iluminación… todos esos dispositivos y equipos funcionan a base de sistemas electrónicos.
Técnicamente, un sistema electrónico es un conjunto de circuitos que interactúan entre sí para obtener un resultado. Los sistemas se dividen en entradas o inputs, circuitos de procesamiento de señales y los outputs o salidas.
Las entradas tienen por objetivo tomar las señales del mundo físico y convertirlas en corriente o voltaje; los procesadores, los circuitos en sí manipulan, interpretan y transforman esas señales; y por último las salidas convierten la corriente o voltaje en señales físicamente útiles. Al tratarse de un circuito, existe una retroalimentación, todo está conectado entre sí y el envío de señales se produce de una fase a otra de manera natural.
Todos los circuitos electrónicos, desde los más básicos hasta los más complejos, necesitan de componentes necesarios, los denominados componentes electrónicos, y es importante que sean de calidad, para reducir al máximo los accidentes durante el funcionamiento de dichos circuitos.
En Dachs ofrecen desde su web un importante catálogo fabricante de diodos rectificadores que cumplen con ese requisito de calidad y con amplia información sobre cada uno de los productos. La tienda es distribuidora oficial de marcas reconocidas a nivel mundial.
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Componentes electrónicos, el esqueleto de cualquier sistema electrónicos
Si los sistemas electrónicos son circuitos que interactúan entre sí para obtener un determinado resultado, los componentes eléctricos o electrónicos son cada una de las entidades físicas dentro del sistema que tienen la capacidad de causar efecto en los electrones de una manera consciente. Son, en resumidas cuentas, los elementos que realizan las funciones que se esperan del sistema electrónico y parte imprescindible de los circuitos que conforman ese sistema.
Los componentes electrónicos se encuentran conectados entre sí mediante un contacto electromecánico que es el que permite que circule la electricidad por el circuito, para así cumplir con la función específica. Algunos ejemplos de componentes simples son las resistencias, los capacitores, el diodo rectificador o los transistores, entre otros.
Los mencionados son componentes básicos, pero también los hay más complejos y que forman parte de circuitos integrados: las puertas lógicas o los amplificadores son dos ejemplos de ellos.
¿Cómo se clasifican los componentes electrónicos?
Los componentes electrónicos pueden distinguirse atendiendo a su estructura física o al tipo de energía. Los componentes discretos son los más simples, están encapsulados en el circuito de uno en uno y se diferencian de los integrados porque estos son en realidad una combinación de componentes simples que conforman uno complejo.
Tanto los componentes simples como los integrados pueden estar elaborados a partir de materiales semiconductores o no semiconductores, lo que hace referencia a la capacidad de que la transmitir la electricidad.
Con respecto al tipo de energía, encontramos en el mercado componentes electromagnéticos, que sacan provecho al máximo de las propiedades electromagnéticas de los materiales; componentes electroacústicos cuya función es transformar la energía eléctrica en acústica y viceversa; y los componentes optoelectrónicos, capaces de transformar la energía eléctrica en luminosa y viceversa.
Para adquirir los dispositivos electrónicos, lo más aconsejable es acudir a tiendas especializadas en este tipo de productos, o bien optar por contactar directamente con las empresas distribuidoras, como es el caso de Dachs, empresa con gran experiencia en el sector y que ofrece componentes electrónicos con pedidos al por mayor.
Los componentes electrónicos más utilizados
A pesar de la importancia que tienen estos dispositivos en el día a día, a mucha gente le sigue sonando a chino el tema de la electrónica, y la realidad es que sin ella no podríamos realizar algunas tareas que son muy cotidianas.
Un buen modo de acercarnos a este mundo es hablar un poco sobre los componentes más básicos y que forman parte de objetos muy comunes. La resistencia, por ejemplo, es un elemento cuya característica principal es oponerse al paso de la corriente.
Sus aplicaciones más conocidas son actuar como divisor de voltaje, proteger dispositivos sensibles al voltaje y limitar la corriente de un circuito. Las resistencias están presentes en numerosos electrodomésticos.
El diodo es otro de esos componentes más utilizados. Su funcionamiento depende del grado de polarización aplicado. Se utiliza en circuitos como interruptor, como elemento de protección de dispositivos electrónicos, como rectificador, como conmutador y para otras funciones.
Los fusibles, que a todos nos suenan por la caja de la corriente eléctrica, se usa para proteger los circuitos eléctricos del exceso de corriente. Están conformados por un hilo o una banda de metal que se derrite a determinada temperatura y tienen como objetivo proteger el sistema de una sobre corriente.
Finalizamos este resumen con los transformadores, encargados de reducir o amplificar la corriente alterna. Estos componentes se aplican en fuentes de alimentación.