Este tipo de publicaciones se han vuelto muy populares, debido a que los recetarios ayudan a que los amantes de la cocina puedan elaborar platos exquisitos sin que les falte ni un detalle. Eso sí, para contar con todas las garantías y los mejores resultados, se vuelve esencial saber elegir bien un libro de recetas en cuestión y, para ello, es importante conocer algunas pautas básicas.
Hoy en día, las editoriales están apostando por publicar libros de cocina con el fin de llegar a un nicho de mercado objetivo y, en ocasiones, al público en general. Se ha demostrado que cada vez hay más personas en España que tienen interés por este sector, no obstante, estos usuarios deben conocer algunas pautas básicas para poder elegir los mejores libros de cocina en base a sus gustos y necesidades.
En este sentido, es importante comentar que, dentro de este sector, se pueden encontrar libros mediocres que no cumplen con las expectativas. Por este motivo, se vuelve esencial conocer algunos aspectos que pueden ayudar a reconocer un buen libro de cocina al instante, descubriendo cuáles son estas señales.
Contenido
Autoría
Como con cualquier libro, la parte de la autoría es muy importante, ya que esto es un valor añadido para la publicación. Un buen libro de cocina es aquel que incluye un apartado para mostrar la biografía personal del autor o su trayectoria dentro de este sector, así se conocen las garantías de la publicación.
Traducción
En el mercado se pueden encontrar libros de cocina escritos en otros idiomas, los cuales, deben traducirse para que los amantes de los fogones puedan entender a la perfección cada una de las recetas. En este sentido, es esencial que la editorial cuente con traductores expertos en publicaciones gastronómicas, puesto que, en ocasiones, una mala traducción puede hacer que se pongan mal los ingredientes o las cantidades, e incluso, que haya giros lingüísticos erróneos o frases poco naturales.
Medidas
Otro error frecuente que se encuentra en los malos libros de cocina es la mala adaptación de las unidades de medida, es un tema que tiende a menudo a la confusión. En este sentido, las unidades de medida de un libro de estas características deben estar perfectamente adaptadas a cada país, según las que utilicen con más frecuencia para cocinar.
Imágenes
Como no podía ser de otra manera, un libro de cocina no está completo si no se añaden imágenes de los platos a lo largo de sus hojas. Aquí hay que tener especial cuidado, puesto que es habitual que en los libros más sospechosos se utilicen fotos de bancos de imágenes genéricos, y no fotos específicas y reales. Un truco para saber que las imágenes son buenas es que estén firmadas por sus autores.
Contenido
Además del recetario propiamente dicho y la explicación de cada plato, en los buenos libros de cocina se suele incluir contenido adicional, ya sea a modo de introducción, o incluso con algunas anotaciones en los márgenes. Lo normal en estas anotaciones es que se cuente un poco la historia del plato, las alternativas, sugerencias, aclaraciones sobre los ingredientes, etc.
Historias
Aunque las principales protagonistas de un libro de cocina son las recetas, en las mejores publicaciones también se suelen incluir algunas historias detrás de cada plato. Esto aporta valor a la redacción, a la par que ayuda a los usuarios a entender mejor lo que se va a cocinar. Lo normal en estos casos es que se incluya contenido del tipo: el significado que tiene el plato para el autor, qué puede aportar a los usuarios o qué tipo de experiencia gastronómica puede ofrecer.
Diseño
Finalmente, un buen libro de cocina siempre va a presentar un diseño atractivo y cuidado, con una maquetación que destaque, y que sea lo suficientemente original para dar mayor personalidad al libro y hacerlo visualmente llamativo. Por supuesto, la encuadernación debe ir acorde con la temática, solo con la combinación de todos estos aspectos se podrá conseguir el mejor resultado.