La lavadora es uno de los electrodomésticos más indispensables de cualquier hogar, situándose en el centro de la vida cotidiana. Su uso es ahora, además, mayor que nunca gracias al enorme número de características que han ido incorporando estos aparatos a lo largo de los años para hacer que la limpieza y el correcto estado de la ropa sea óptimo en cualquier caso. Sin embargo, las averías en dichos dispositivos no son infrecuentes, para molestia de muchos usuarios. El uso prolongado es uno de los factores que provoca que esto sea así, pero también existen otros, como la falta de una limpieza constante y en profundidad, que provocan el deterioro de las máquinas con el paso del tiempo. Y si hay algo en lo que todo el mundo puede coincidir de manera amplia es que a nadie le gusta tener una lavadora averiada que no sea capaz de cumplir con sus funciones de la mejor de las formas. Tanto la prevención de problemas como la capacidad para solventar estos rápidamente, por consiguiente, es fundamental.
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Cómo limpiar la goma de la lavadora
Una de las partes que más suciedad acumula de la lavadora es la goma. Esta posibilita el correcto cierre y aislamiento cuando entra en funcionamiento y su deterioro puede provocar grandes fallos en el funcionamiento. Su limpieza, afortunadamente, es muy simple y puede llevarse a cabo en pocos minutos. Será suficiente con impregnar un paño con lejía (siempre con la correcta protección personal, como guantes o mascarilla) y frotarlo por toda la superficie de la goma. Esto debería ser suficiente para eliminar la suciedad más liviana, pero puede que en ciertos casos no sea suficiente. Si siguen quedando restos, se puede utilizar un cepillo de dientes para frotar detergente sobre la zona, de modo que se incida de manera más directa y profunda.
Cómo limpiar el tambor de la lavadora
El tambor es otra de las partes que tiende a acumular una cierta suciedad o sedimentos con el paso del tiempo, aunque no sea el principal. Conviene, por consiguiente, limpiarlo de manera periódica para evitar que puedan aparecer desperfectos en el futuro. Para ello bastará con realizar un lavado en caliente utilizando vinagre como detergente, o un producto de limpieza específico en el caso de que se disponga del mismo. Es recomendable, después de realizar esto, volver a efectuar un ciclo sin ningún tipo de producto en vacío para que el aclarado sea efectivo y que no queden restos en el siguiente lavado.
Cómo limpiar el filtro de la lavadora
Por último, el filtro de la lavadora es otro de los lugares que suelen ser foco de problemas a lo largo del tiempo. Su poco cuidado puede derivar en su taponamiento y, por ende, impedir el normal uso del aparato. Para limpiarlo, lo único que se deberá hacer es acceder al filtro de la lavadora, para lo cual habrá que buscar el lugar en el cual se encuentra ubicado. Tras ello, bastará con extraerlo y eliminar de él los residuos que se encuentren en el mismo y que puedan derivar en problemas posteriores.
¿Tienes una avería? Recurre a expertos para solucionarlo
Hay ocasiones en las que uno no es capaz de solventar por sí mismo los fallos o desperfectos de un electrodoméstico como la lavadora. En estos casos, nada mejor que recurrir a profesionales del sector que puedan ayudar a arreglar los mismos. Es el caso, por ejemplo, del de profesionales dedicados a la reparación de fallos y averías en lavadoras AEG, una de las marcas más reconocidas del sector y que, pese a su calidad, puede terminar presentando fallos tras un uso intensivo a lo largo de varios años. En la mayoría de casos esto no significará tener que cambiar de lavadora, sino que una simple visita de una persona experta en la materia podrá identificar y solucionar aquello que falla, dando una nueva vida útil al electrodoméstico. En la mayor parte de ciudades es posible encontrar profesionales como el servicio de reparación de lavadoras multimarca Rapitecnic de Barcelona, el cual no se casa con una sola marca, sino que abarca las principales del mercado. Así, resulta un contacto muy valioso del que disponer en la agenda del smartphone de cara a posibles problemas que uno pudiera tener que afrontar en el futuro. Reparar una lavadora es la decisión más sensata en la amplia mayoría de los casos, pudiendo devolver a la misma su utilidad original por un precio muy inferior de lo que costaría adquirir un nuevo aparato. De este modo, no solo se dará una nueva vida al dispositivo, sino que se ahorrará y, además, se será más consecuente con el medio ambiente.