Despertar en el esplendor de la naturaleza y descubrir la soledad lejos de las ciudades es lo que impulsa al viajero a practicar el camping salvaje. Si bien esto suena muy romántico, hay reglas que hay que respetar para que la aventura sea gratificante y segura, respetando estos lugares únicos, para la fauna y para los que seguirán. Ya sea que estés acampando en Nueva Zelanda o preparando tu primera caminata con una noche al aire libre en las Tierras Altas de Escocia, las reglas siguen siendo las mismas. Aquí está una lista de comprobación para prepararse bien para acampar.
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Preparar cuidadosamente tu excursión
Ya sea tu primera experiencia o la centésima, prepararte bien es imperativo porque puede ocurrir mucho en la naturaleza, a menudo sucede. El tiempo puede cambiar repentinamente, los senderos se vuelven intransitables, los ríos pueden estar inundados, otros viajeros pueden haberse instalado antes de ti en tu camping favorito… Así que tienes que planear tu viaje con mucha antelación. También hay que prever equipamientos indispensables para tu excursión en plena naturaleza que puedes descubrir a través de este enlace.
Tienes que tomar un buen mapa para organizar una ruta que está a tu alcance, y comprobar más bien dos veces que una su viabilidad, en el centro de información del parque nacional que vas a descubrir o en una asociación local de senderismo, siempre que sea posible. También es necesario estimar la duración de tu excursión, es mejor ser demasiado cuidadoso en lugar de apuntar a un ritmo de maratón y detectar dos o tres lugares donde será posible acampar.
Acampar donde está permitido acampar
También llamado “camping libre” o “camping en libertad”, el camping salvaje tiene un sentido ligeramente diferente según tu destino: en algunos países significa plantar tu tienda en lugares creados expresamente, pero con instalaciones sumarias; en otros, esto significa elegir libremente su ubicación en una vasta extensión natural.
La legislación sobre acampada silvestre también varía de un país, de un Estado e incluso de una región a otra. En Inglaterra y Gales, está bastante estrictamente regulado, ya que la mayoría de las tierras son de propiedad privada, pero sigue habiendo regiones o está permitido, principalmente parques nacionales. El camping salvaje es legal en Escocia, y tolerado en Irlanda, bajo ciertas condiciones.
En Australia y Nueva Zelanda, el camping libre es común, pero dentro de los límites de reservas específicas y partes de los parques nacionales, al igual que en Canadá y Estados Unidos. Sea cual sea la región del mundo en la que quieras acampar, no basta con suposiciones. Hay que informarse y pedir consejo a las oficinas de turismo locales y a las oficinas de los parques nacionales.
Saber qué llevar
Si huir de la civilización es parte del atractivo del camping salvaje, también implica ser totalmente autosuficiente. Es muy probable que la tienda más cercana esté a kilómetros de distancia, y tendrás que llevar todo lo que necesites, incluyendo suficiente comida. Siempre hay que llevar algo para una noche más en caso de emergencia.
Te aconsejamos que hagas una lista de comprobación. Además de las cosas obvias como una carpa impermeable, una estufa, combustible y ropa de exterior adecuada, también piensa en los objetos más pequeños pero vitales como el botiquín de primeros auxilios, la linterna con pilas de repuesto, los fósforos y el repelente de insectos. Una navaja y adhesivo resistente e impermeable también son útiles para pequeñas reparaciones.
Prestar atención al mal tiempo
El mal tiempo puede impedirte llegar a tu campamento salvaje. Hay que informarse de antemano consultando los informes meteorológicos locales. Un sendero fácil puede volverse peligroso bajo la lluvia, y la nieve o la falta de visibilidad presentan verdaderos riesgos en las montañas, donde el clima puede cambiar en cuestión de minutos. Por el contrario, los fuertes calores pueden hacer perder toda la energía, causar deshidratación o golpes de calor. Hay que buscar refugio o dar la vuelta si el tiempo empeora.
Aprender a instalarse
Hay que tender la carpa en un terreno drenante, en altura, suficientemente lejos de los bordes de los cursos de agua. Es mejor examinar el lugar para ver si nada podría dañar la tienda. Los árboles pueden parecer perfectos para resguardarse, pero ten cuidado con las ramas que podrían romperse por el viento fuerte.
También debes tener cuidado de alejarte de las carreteras o edificios, fuera de la vista de caminos y carreteras. Los bosques húmedos pueden parecer una buena idea, pero a menudo atraen moscas y mosquitos.
Encontrar agua
El agua es esencial en cualquier excursión de camping salvaje: piensa en los lugares donde puedes encontrarla, y comprueba que el agua sea potable. Tu mapa o guía debe indicar los puntos de agua disponibles, ya sea un grifo en el inodoro o un río natural, río o arroyo.
Si tienes dudas sobre la calidad del agua, debes tratarla. Asegúrate de hervirla al menos tres minutos, o usa un filtro o un tratamiento químico. Los pequeños kits de purificación de agua están disponibles en la mayoría de las tiendas de equipos al aire libre.
Prestar atención al fuego
Los incendios forestales son un verdadero peligro en las zonas secas, y el camping está prohibido en muchos lugares por esta razón. Tendrás que respetar todas las prohibiciones de hacer fuego. Donde se permite acampar, hay que seguir todas las reglas.
Prestar atención a la fauna
Cruzar animales salvajes es siempre un punto fuerte de una excursión de camping, pero algunos son menos bienvenidos que otros. Antes de acampar en un lugar, hay que conocer la fauna local y los riesgos que puede plantear.
Habrá que seguir las reglas de la interacción con los animales salvajes: mantener las distancias, poner las provisiones a cubierto, y no alimentar a los animales salvajes, por muy monos e insistentes que sean. Los más pequeños son los insectos, mosquitos, garrapatas o arañas que a veces crean los mayores problemas. Debes tomar todas las precauciones, como vacunar donde se recomienda.
Preparación para casos de emergencia
Nunca debes irte sin decirle a alguien tus planes y el momento aproximado de tu regreso; si algo sale mal, esa persona podrá dar la alarma. Antes de irnos, debemos asegurarnos de que tu botiquín de primeros auxilios no esté caducado. Para las excursiones cortas, es necesario tomar como mínimo vendajes y analgésicos. Para las más largas, es mejor prever vendajes, compresas estériles, antiséptico y productos de rehidratación.
Respetar la naturaleza
Hay una razón por la que los parques nacionales y las reservas de todo el mundo ofrecen sitios de acampada en plena naturaleza para los amantes de la aventura: permiten disfrutar de paisajes naturales al mismo tiempo que se hacen cargo del impacto ambiental. Cuando pones tu tienda en un sitio no planificado, eres tú, y solo tú, quien tiene la responsabilidad de dejarlo tal como lo encontraste.