La fiscalía Bolivia emitieron una orden de arresto contra el presidente derrocado Evo Morales acusado de sedición y terrorismo. El ministro del Interior, Arturo Murillo, recientemente presentó cargos contra Morales y alegó que promovió enfrentamientos violentos que provocaron 35 muertes durante disturbios antes y después de que dejó el cargo.
Las autoridades dicen que ordenó a los partidarios que bloqueen las ciudades para forzar la expulsión de la presidenta interina Jeanine Anez, quien asumió el cargo cuando Morales renunció el 10 de noviembre después de una ola de protestas y bajo la presión de la policía y el ejército.
Morales, quien primero voló a México y ahora tiene su sede en Argentina, ha negado repetidamente los cargos como una trampa. Dijo que haría campaña por el candidato presidencial de su partido en las elecciones previstas en los próximos meses, aunque no se ha establecido una fecha.
El candidato del partido Movimiento al Socialismo del Sr. Morales aún no se ha elegido. El ex presidente no puede postularse en las nuevas elecciones. El primer presidente indígena de Bolivia describió el movimiento que lo presionó para irse como un golpe de estado.
Los críticos lo acusaron de usar el fraude para ganar un cuarto mandato consecutivo en una votación del 20 de octubre y una auditoría de la Organización de Estados Americanos respaldaron las acusaciones, diciendo que encontró evidencia de fraude electoral.
Morales tiene muchos seguidores en Bolivia y tiene un aliado en el gobierno del presidente argentino Alberto Fernández, quien asumió el cargo dos días antes de que el ex líder boliviano llegara al país.
El gobierno interino de Bolivia ha expresado su preocupación de que Morales podría usar Buenos Aires como sede de la campaña y podría planear su regreso a casa.