El presidente mexicano envió una carta al Rey de España, Felipe VI, y al papa Francisco, para que pidan disculpas por los abusos a los derechos humanos cometidos durante la conquista de la región. Andrés Manuel López Obrador dijo que los pueblos indígenas de México habían sido víctimas de masacres.
En un discurso en Tabasco para recordar la Batalla de Centla, un enfrentamiento que tuvo lugar el 14 de marzo de 1519 entre las tropas de Cortés y los mayas-chontales, pidió un informe completo de los abusos. Moncloa rechazó el llamado y pidió una “perspectiva constructiva” al tiempo que reprocho que separe a “pueblos hermanos”.
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‘Naciones hermanas’
López Obrador criticó tanto a España como al Vaticano y dijo: “Ha llegado el momento de reconciliarnos. Pero primero pidamos perdón”. “Hubo masacres y opresión. La llamada conquista se libró con la espada y la cruz”, dijo. “Ellos construyeron sus iglesias sobre los templos [indígenas]”. México tiene la segunda población católica romana más grande del mundo, después de Brasil.
El gobierno de Madrid respondió rápidamente, rechazando firmemente su solicitud de disculpa. “La llegada, hace 500 años, de los españoles al actual territorio mexicano no se puede juzgar a la luz de las consideraciones contemporáneas”, dijo España en un comunicado. “Nuestras dos naciones hermanas siempre han sabido leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva”, agregó.
La promesa de López Obrador
La conquista española de las Américas comenzó con la llegada de una expedición dirigida por Cristóbal Colón en 1492. La conquista de México comenzó cuando un pequeño ejército liderado por Hernán Cortés desembarcó en el actual estado de Veracruz en 1519. El poderoso imperio azteca fue finalmente derrotado, marcando el comienzo de los 300 años de gobierno español.
México se independizó después de una guerra que duró desde 1810 hasta 1821 y se convirtió en una república federal en 1824. López Obrador llegó al poder en diciembre, con una agenda de izquierdas. Prometió enfrentar la corrupción, reducir la desigualdad y sacar a millones de mexicanos de la pobreza.
Las relaciones con el gobierno de Pedro Sánchez han sido amistosas hasta la fecha.