Ecología y geoestrategia. Para su primera conferencia de prensa al frente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha identificado dos líneas principales de la política que pretende seguir en los próximos cinco años.
Es en el “Green Deal Europe“, su vasto proyecto ecológico, que el alemán pasó la mayor parte del tiempo. Insistiendo en que había pasado el primer día de su mandato oficial el lunes en la COP25 en Madrid, prometió para 2020 la “primera ley climática” para apuntar a la neutralidad de carbono para 2050. Tiene la intención de capitalizar la energía común de las instituciones europeas en este tema: “Compartimos la visión de que Europa puede y debe tener en cuenta la carrera. “
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El coste de la no acción
Pero el dinero será, en esta gran conversión ecológica, el nervio de la guerra. De ahí la necesidad, dijo, de un “fondo de transición justo” que ayudará a las regiones que luchan con este cambio. Según ella, se movilizarán unos 100.000 millones de euros, solo a este respecto, durante el período del próximo presupuesto plurianual (2021-2027). Esto implicará utilizar el propio presupuesto europeo, la financiación de los Estados miembros y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), para crear apalancamiento y también atraer fondos privados.
Especialmente instó a los europeos a centrarse en “el costo de la no acción” frente al cambio climático. Anunciando que una evaluación de este costo se presentaría la próxima semana a la Comisión Europea.
Un presupuesto desconocido
Si las preguntas de los medios se limitan a las apuestas financieras, es urgente que la negociación del marco presupuestario 2021-2027 entre en su fase decisiva y la última propuesta de compromiso sobre este tema ha planteado muchas preguntas. descontento. Finlandia, que preside la Unión Europea hasta finales de diciembre, tiene que tener en cuenta las protestas de algunos de los países más contribuyentes en el presupuesto europeo, incluida Alemania, y por lo tanto está revisando sus ambiciones a la baja en comparación con lo que propuso la Comisión Europea .
Ursula von der Leyen dijo que estaba “preocupada” por la frugalidad de los estados miembros. Se corre el riesgo de tener consecuencias negativas en las “políticas que se dirigen a objetivos clave de la agenda estratégica” . Prometió discutirlo con los líderes de la UE la próxima semana en su cumbre en Bruselas.
Prioridad para África
“Si nos tomamos en serio la defensa, debemos invertir” , advirtió, recordando que hace cinco años no era posible movilizar a la Unión Europea en Malí. “Es gracias a Francia que Malí no ha caído” , dijo. La presidenta de la Comisión Europea que había prometido pilotar una comisión “geopolítica” aprovechó la oportunidad para esbozar algunas de las líneas principales de su doctrina estratégica: una relación con los Estados Unidos que tendrá que seguir siendo central porque, a pesar de los malentendidos, “siempre estamos del mismo lado de la mesa” . Y un fuerte enfoque en África, como lo demuestra el hecho de que su primer viaje al extranjero en su nuevo puesto lo llevará a Etiopía.