Donald Trump afirmó este martes, en relación a informaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses, que el ejército chino se estaba desplegando “en la frontera con Hong Kong”.
Los medios oficiales de China ya habían transmitido imágenes de las fuerzas en la frontera de la región semiautónoma, en lo que parecía ser una forma de que China intensificará la amenaza de intervención.
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Llama a la calma
“Nuestros servicios de inteligencia nos han informado que el gobierno chino está desplegando soldados en la frontera con Hong Kong”, escribió el presidente de Estados Unidos en Twitter, con una confirmación externa de los videos. “Todos deben permanecer tranquilos y seguros”, dijo.
Donald Trump había pedido previamente una resolución “pacífica” sin derramamiento de sangre. “La situación en Hong Kong es difícil, muy difícil. Ya veremos qué sucede “, dijo a los periodistas. “Espero que se resuelva para todos, incluida China. Espero que haya una solución pacífica. Espero que nadie salga lastimado. Espero que nadie sea asesinado”, insistió.
El movimiento prodemocracia que comenzó a principios de junio en la antigua colonia británica está en el centro de la crisis más grave desde su regreso a China en 1997.
Las protestas masivas llevaron a un segundo día de caos el martes en el aeropuerto de Hong Kong, mientras que el gobierno local pro-Beijing acusó a la protesta de apresurar a la ciudad en un camino “sin retorno”.
Washington ya instó el lunes a “todas las partes a abstenerse de la violencia”. El primer ministro de Estados Unidos, Mike Pompeo, se reunió el martes con el principal funcionario del Partido Comunista Chino, Yang Jiechi, en Nueva York, pero el Departamento de Estado no quiso decir más sobre el contenido de su charla.
El tono se eleva entre Washington y Pekín
Hasta ahora, la reacción estadounidense ha sido relativamente cautelosa. El presidente de los Estados Unidos había estimado a principios de agosto que Beijing “no necesitaba asesoramiento” en el archivo, y agregó que esta crisis fue “entre Hong Kong y China porque Hong Kong es parte de China”. A fines de julio, incluso había asegurado que su homólogo chino, Xi Jinping, había “actuado responsablemente” hasta entonces.
Sin embargo, la parte china está denunciando cada vez más los intentos de “interferir” en Washington, primero cuando Donald Trump dijo a principios de julio que los manifestantes estaban “en busca de la democracia”, luego de una reunión entre un diplomático estadounidense en Hong Kong y activistas prodemocráticos.
Después de las protestas chinas por la reunión, los dos países aumentaron repentinamente su tono la semana pasada, y el Departamento de Estado de EE. UU. Acusó a los medios oficiales chinos de divulgar información personal sobre uno de sus diplomáticos y denunció métodos “peligrosos” dignos de un régimen “deshonesto”. En otro tuit, Donald Trump también calculó misteriosamente el martes que muchas personas lo acusaron, así como a Estados Unidos, de ser responsables de “los problemas actuales en Hong Kong”.