El domingo, el presidente Trump amenazó con “devastar” la economía de Turquía si lanzara un ataque contra combatientes kurdos en Siria, mientras su gobierno se prepara para retirar las tropas del país devastado por la guerra.
El presidente también advirtió a los combatientes kurdos que no atacaran a Turquía, y pidió el establecimiento de una “zona segura” entre Turquía y los combatientes respaldados por Estados Unidos.
Los tweets de Trump se produjeron en medio de críticas continuas sobre su decisión de sacar a las fuerzas estadounidenses de Siria, donde han estado ayudando a los combatientes kurdos que luchan contra el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS). El presidente hizo el anuncio inicialmente el 19 de diciembre y la Casa Blanca dijo que las tropas se irían dentro de 30 días.
La administración más tarde extendió el plazo de retirada a cuatro meses. Los principales funcionarios, entre ellos el secretario de Estado Mike Pompeo y el asesor de seguridad nacional John Bolton, han estado de gira por el Medio Oriente en los últimos días en un esfuerzo por calmar a los aliados nerviosos en la región.
Para complicar las cosas es el hecho de que las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos en Siria son consideradas por la vecina Turquía como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que Ankara considera una organización terrorista.
Los críticos de la decisión del gobierno expresaron su preocupación de que Turquía usará la retirada de Estados Unidos como una oportunidad para atacar a los combatientes kurdos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, rechazó a principios de este mes los pedidos de Bolton de que se proteja a los combatientes kurdos.
Desde entonces, Pompeo ha expresado su optimismo de que se podría llegar a un acuerdo para garantizar la seguridad de los combatientes kurdos.