Dependiendo de la actividad, existen diferentes tipos de facturas que se pueden utilizar. La elección del modelo de factura dependerá de nuestro modelo de negocio y el tipo de operaciones que realicemos en el.
Hoy mostraremos cuáles son los diferentes tipos de factura que existen en la legislación española y cómo podemos implementar un programa para facturar que cubra todas las necesidades de nuestra empresa, negocio, emprendimiento o trabajo autónomo.
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Los diferentes modelos de factura en España
En general, todas las facturas deben incluir una serie de datos obligatorios como el nombre de la persona o empresa que la emite, precio del producto o servicio que se vende, su precio, el porcentaje de IVA que se aplique al mismo, fecha de emisión del documento y una descripción detallada del producto o servicio que ha sido entregado.
Factura simplificada
Es del tipo más común y frecuentemente utilizada por pequeños comerciantes y emprendedores, ya que es sencilla de hacer dado que únicamente requiere la inclusión de los datos más fundamentales del producto o servicio entregado. Esta se utiliza cuando el monto a facturar no excede los 400 euros.
Factura completa
Incluye una mayor cantidad de información y por lo tanto es necesario tener mucho más cuidado al realizarla. Existe una regla que indica que en aquellas operaciones que están exentas de IVA, no es obligatorio realizar una factura completa y bastaría con una simplificada.
Factura proforma
A efectos legales, una factura proforma se trata de una simple propuesta o borrador que se entrega al cliente potencial para que el mismo sepa cómo será la factura final ante de que se concrete el intercambio y pago de los bienes.
Se utiliza antes de cerrar ventas y en caso de que la operación no se concrete, queda sin efectos legales.
Factura rectificativa o de abono
Con esta podemos enmendar facturaciones incorrectas emitidas anteriormente, en las que se han omitido algunos cargos o se ha cometido alguna clase de error. Normalmente son errores asociados al tipo de IVA que corresponde a ese cliente o la inclusión de un producto erróneo.
Factura recapitulativa
Con esta podemos ahorrar tiempo al incluir en una sola factura los productos y servicios entregados en diferentes días a un mismo cliente, siempre que sean operaciones que correspondan al mes en curso.
Factura electrónica
Este es el modelo más flexible y eficiente actualmente disponible. Se trata de una factura que puede ser realizada por medios informáticos y electrónicos sin necesitar soporte físico, pero con los mismos efectos legales de las anteriores.
Es mucho más cómodo y práctico para las empresas y gracias a los programas de facturación que se han desarrollado se accede a la posibilidad de emitir facturas desde un ordenador sin mayores inconvenientes, todo respondiendo a una integración completa con la entidad de recaudación de impuestos correspondiente y cumpliendo con los parámetros legales que la misma exige según el tipo de actividad económica.