Los mejores remedios naturales para la menopausia

La menopausia es una etapa complicada, puede que llegadas a este punto de la vida sea una alegría de que el período no vaya a volver; o puede que afecte emocionalmente de una peor manera. Cada mujer lo lleva de una forma distinta, pero la mayoría comparten algo: los síntomas.

La menopausia es particularmente conocida por sus síntomas negativos sobre el cuerpo, que se ven acentuados por la edad a la que llegan y por el hecho de que el ciclo menstrual elimina una serie de toxinas que ya no van a ser eliminadas del mismo modo ni con la misma eficacia.

Ante esta situación hay muchas mujeres que optan por buscar soluciones en la medicina, pero por desgracia no existe ninguna panacea que elimine los efectos de la menopausia por completo, siendo más una cuestión de cuánto y cómo de bien se cuida el cuerpo hasta este punto, y de cuánto se piensa cuidar durante el resto de la vida.

A continuación se hablará de los principales métodos que se conocen para paliar los efectos negativos de la menopausia, tanto antes como después de su llegada.

La naturaleza como medicina

Aunque, como ya se ha explicado antes, no existe un producto que ‘’solucione’’ la menopausia, sí que existen numerosos productos naturales para la menopausia y sus síntomas.

La efectividad de éstos se debe a que los síntomas de la menopausia son provocados por un desequilibrio hormonal sumado a varios cambios en el metabolismo. Mediante la consumición de ciertos suplementos, los cambios hormonales se pueden paliar con sucedáneos de hormonas, como los fitoestrógenos que se pueden encontrar en algunos tipos de té o en la soja.

También existen complejos vitamínicos enfocados a aquellas vitaminas que más falta hacen durante esta etapa tan frágil para el organismo.

Somos lo que comemos

Aunque en menor concentración, se pueden encontrar muchos de los sucedáneos hormonales previamente mencionados en alimentos. Lo importante es que también existen otros suplementos que no se pueden aislar a la hora de desarrollar un suplemento, debido a una mala absorción por parte del sistema digestivo cuando no están en su forma original.

Por si fuera poco, la alimentación es clave durante el proceso menopáusico, dado que como ya se ha mencionado antes, el metabolismo se descontrola y se puede sentir una repentina ausencia de hambre, o empezar a comer sin llegar a saciarse.

Es por esto que se recomienda comenzar a tomar alimentos ricos en soja durante los años previos a la menopausia, pues las isoflavonas se van acumulando y reducen significativamente los efectos más pesados del cambio hormonal, el cual provoca dicho descontrol metabólico.

Entre los alimentos más recomendados están el té verde, perfecto para regular el sueño debido a su alto contenido en teanina; la raíz de valeriana, debido a sus efectos relajantes que ayudan a aliviar la tensión muscular y la ansiedad provocada por la menopausia; y por último, las nueces pecanas, que favorecen la segregación de una hormona llamada serotonina, en el intestino.

El deporte como terapia

La menopausia trae consigo una serie de detrimentos que no se limitan al plano hormonal. Tanto los huesos como los músculos sufren por este cambio, y la solución no se halla solamente en la alimentación y los suplementos.

El ejercicio es un pilar fundamental de la salud, y esto es particularmente cierto en el caso de las mujeres en su etapa menopáusica. Hacer deporte no solo ayuda a mantener el volumen de los músculos y la resistencia de los huesos, sino que evita la osteoporosis y mejora el equilibrio para que los accidentes y caídas sean menos frecuentes.

Además de que se puede segregar la ya mencionada serotonina al hacer deporte, también ocurre lo mismo con otra hormona llamada dopamina. Estas dos hormonas son las encargadas de hacer sentir felicidad a corto y largo plazo, pero también de aliviar el estrés y la ansiedad. Es por esto que hacer una mínima cantidad de ejercicio una vez llegada la menopausia puede ser una valiosa herramienta para sentirse mejor.