Reflexion sobre el tenis español y su futuro

Reflexión sobre el tenis español y su futuro

Analizamos lo que se puede esperar cuando la gran etapa dorada llegue a su fin y discernimos cuáles son las principales esperanzas de los aficionados.

España respira tenis por todos sus poros desde hace décadas. Desde que pioneros como Manolo Santana o Manuel Orantes abrieran camino, el país mediterráneo se ha erigido en una referencia en cuanto a densidad y calidad de jugadores. Es uno de los deportes más practicados a nivel amateur, infinidad de academias se concentran en lugares estratégicos y se erigen en centros mundiales de referencia para el desarrollo de tenistas y las audiencias televisivas denotan un enorme interés de la gente por ver tenis online o en TV. El fenómeno mediático y deportivo que ha supuesto Rafael Nadal en el siglo XXI no ha hecho más que incrementar estos aspectos, pero el balear no ha estado solo ya que su carrera ha coincidido con la época más esplendorosa del tenis español, con multitud de jugadores entre los mejores del mundo.

La carrera de algunos referentes como Tommy Robredo, Feliciano López, Fernando Verdasco o Albert Ramos está cerca del ocaso, mientras que la retirada de David Ferrer ya ha supuesto un antes y un después. Una hornada inolvidable de tenistas exprime sus últimos años en el circuito ATP y muchos se preguntan: ¿y ahora qué? Pablo Carreño y Roberto Bautista aseguran unos pocos años más de presencia en la élite, pero contrariamente a lo que algunos piensan, el panorama de futuro no es ni mucho menos desolador. La Real Federación Española de Tenis está trabajando con intensidad para aprovechar el tirón de Nadal y compañía, invirtiendo dinero y esfuerzo con inteligencia, en aras de proveer de recursos a jóvenes promesas, invertir en formación de cantera, contar con técnicos de prestigio y organizar torneos Futures y Challengers.

A ello se suman iniciativas privadas en forma de academia promovidas por ex-jugadores. La Academia Sánchez-Casal, Rafa Nadal Academy, JC Equelite o la Academia de Tenis Ferrer son ya referentes a nivel mundial donde acuden jugadores de todas partes del mundo. La bondad del clima, instalaciones ideales, el know-how acumulado durante años y unos equipos técnicos consolidados y repletos de potencial, son atractivos muy jugosos para muchos jugadores que hacen stages puntuales, como Khachanov o Rublev, o entrenan en España de manera habitual, como De Miñaur. Actualmente, España es campeona de Copa Davis, subcampeona de ATP Cup y cuenta con 9 jugadores en el top-100, solo por detrás de Francia. Lo que puede alarmar es el hecho de que de esos 9, solo hay dos menores de 27 años: Carballés y Alejandro Davidovich.

Este último es uno de los grandes potenciales talentos del tenis nacional, pero no el único. Y es que Jaume Munar, Carlos Taberner y Pedro Martínez-Portero tienen margen de crecimiento a sus 22 años, al igual que un Nicola Kuhn al que las lesiones no le están dejando seguir el rumbo hacia la gloria al que parecía tener todos los atributos para conseguirlo. Con 19 años y un recorrido junior más que notable, el español ya ha ganado torneos del ATP Challenger Tour y quiere dar un salto cualitativo. Por si esto fuera poco, Carlos Gimeno y Pablo Llamas ya han dado muestras de su calidad en categoría junior, mientras que Carlos Alcaraz está batiendo récords de precocidad a sus 16 años y promete emociones fuertes de cara al futuro.

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