Gracias a la Sentencia del Tribunal Supremo del pasado 4 de marzo de 2020 que condenó a WiZink a devolver todo el dinero de una tarjeta revolving con un TAE del 27%, y ha sentado jurisprudencia, cada vez son más los afectados que deciden reclamar la tarjeta Wizink, Bankinter Consumer Finance, Cofidis o Caixabank.
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Pero, ¿qué son las tarjetas revolving y por qué todo el mundo habla de ellas?
Estos productos financieros son una fórmula de financiación rápida y, sobre todo, sencilla. En apenas horas y con aportar el DNI y poco más, es posible contratar una revolving, un producto que no deja de crecer, especialmente en tiempos marcados por la crisis económica, como el que vivimos provocado por el COVID19.
Así, son muchos los que se “lanzan” a esta financiación y, con ello, sin conocer la letra pequeña que esconden, que es mucha y bastante peligrosa.
De hecho, en los últimos meses, los españoles han tenido que recurrir con mayor intensidad a este tipo de crédito como indican los datos del Banco de España.
Según la entidad, las nuevas operaciones concedidas en agosto ascendieron a 10.358 millones de euros, lo que supone un 1,41% más que en mayo, último mes que refleja la tendencia descendiente de este tipo de préstamos.
“Mucha gente ha contratado o contratará dentro de unos meses una tarjeta ‘revolving’ o un micropréstamo para poder seguir haciendo frente a sus pagos mensuales en una situación tan complicada como la actual, marcada por el desempleo y la incertidumbre económica. Sin embargo, las deudas derivadas de los intereses de estas líneas de crédito agravarán a largo plazo el problema”, explica Javier Moyano, CEO de Reclama Por Mí, despacho de abogados antiusura especializados en reclamaciones por tarjetas revolving y microcréditos.
La pequeña pero peligrosa letra pequeña
Poca transparencia en las condiciones de contratación, escasa o nula información sobre los plazos de amortización y, sobre todo, unos intereses “abusivos” han convertido a las tarjetas revolving en la protagonista de la pesadilla de miles de españoles.
Y es que, para hacer frente a los abusivos intereses que suelen acompañar a estas tarjetas y que ya han sido declarados como “usurarios” por la Justicia en múltiples ocasiones, es habitual que el afectado contrate nuevas tarjetas revolving o amplíe el crédito de las que ya tiene, aumentando así la deuda, tanto en su cuantía como en el tiempo.
¿El resultado? Una espiral de deudas a las que no es posible hacer frente y que pueda prolongarse durante meses, años e incluso décadas.
Reclamar con seguridad con abogados especialistas en reclamaciones por tarjetas revolving es posible
La mejor solución para que salgan de esa terrible situación es presentar una reclamación, lo que ahora es más viable que nunca. Desde Reclama Por Mí avisan de los peligros de contratar este tipo de ayudas financieras y aseguran que las personas ahora están siendo más conscientes que se pueden reclamar.
Una reclamación con la que se puede conseguir que el crédito sea declarado nulo y que la entidad esté obligada a pagar los intereses que se han pagado de más.
“Las demandas contra las entidades bancarias no han hecho sino crecer en los últimos meses”, asegura Cristina González Piñeiro, directora jurídica de la plataforma www.reclamapormi.com . “La mayoría de los juzgados y audiencias provinciales están dando la razón a los afectados considerando los intereses de este tipo de financiación como “usurarios” y en muchos casos poco transparente”, continúa.