No descansar adecuadamente trae consecuencias en el resto del día. Para que el rendimiento de las actividades durante el día sea óptimo, hay que dormir suficientes horas cada noche, sin embargo, a veces esto no es posible.
No dormir bien comienza a repercutir de forma negativa cuando los problemas para hacerlo se extienden durante un largo período de tiempo. En ocasiones, estos problemas para conciliar el sueño se originan por la salud de la persona, pero en general, se solventan tomando medidas muy sencillas.
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Los ronquidos
El ronquido se produce cuando el flujo de aire es obstruido a la hora de dormir debido a que se colapsan las partes blandas alrededor de la faringe.
Para aprender sobre como parar de roncar hay que entender cuál es el motivo entre las diferentes causas del ronquido. La más común está relacionada con la postura para dormir. Es más fácil que una persona ronque cuando está boca arriba que al dormir sobre un costado o el pecho.
La mandíbula cae una vez se relajar durante el sueño, por lo que la boca se abre ligeramente. Como consecuencia, la lengua cae hacia atrás lo suficiente como para que obstruya un poco el paso del aire, lo que hace que sea más fácil roncar. Es por ello que es recomendable dormir de lado o boca abajo.
Entre otras causas, está el consumo de alcohol y tabaco, la obesidad, comer en cantidades muy grandes antes de dormir y tomar cierto tipo de medicamentos. Es tan sencillo como evitar estos hábitos.
La apnea del sueño es una condición donde las personas que la padecen tienden a tener interrupciones habituales de respiración, lo que origina un ronquido irregular y muy fuerte durante varios segundos. Esto es casi inevitable pero se puede mejorar haciendo algo de ejercicio con regularidad.
Dolores diversos
Los dolores físicos que puedes sufrir durante la noche pueden ser causados por la mala postura al dormir, en especial es si no te mueves demasiado. El estrés es otro factor que influye porque se tensan de forma involuntaria los músculos.
Lo primero es cambiar la postura en la que duermes y colocar almohadas en zonas estratégicas. Si hay dolor en los hombros, con tener una para abrazar debería ser suficiente. En cambio, el dolor en la espalda disminuye colocando una almohada debajo de las piernas si estás de espalda, o entre ella, si duermes de lado.
El dolor de cuello puede ser causado porque está bajo mucha tensión en el caso de que la almohada sea demasiado grande o que esté vieja. La idea es que el cuello quede relajado, por lo que la almohada deber ser del tamaño correcto y reemplazada cada dos o tres años.
Los calambres en las piernas tienen varias causas, pero la más normal es que haya fatiga muscular o una tensión muy grande. Para aliviar el dolor se recomienda hacer estiramientos y masajes antes de la hora de dormir. El ejercicio continuo hace que estos dolores disminuyan significativamente.
Malos hábitos del sueño
La falta de costumbres a la hora de irse a dormir hace que comience a haber problemas directamente relacionados con eso y no con factores externos.
Por ejemplo, el uso excesivo de la tecnología durante las noches hace que conciliar el sueño sea complicado, al igual que acostarse a diferentes horas cada día. Tan sólo hay que evitar los dispositivos electrónicos una media hora antes de acostarse, y mantener un horario para dormir, además de evitar el café y el azúcar después de la tarde.
Incluso, si logras dormirte, puede ocurrir que te cueste mantener el sueño durante toda la noche porque no estás alcanzando el sueño profundo. El hábito contribuye a dormir sin interrupciones, al igual que mantener la habitación en una temperatura adecuada y evitar el alcohol pocas horas antes de dormir.
Por otro lado, el hecho de no tener un horario puede hacer que te cueste demasiado levantarte por las mañanas. Para solucionarlo, tan sólo debes poner una alarma todos los días a la misma hora y levantarte con ella, independientemente de lo cansado que estés, así el cuerpo se acostumbrará poco a poco a una rutina.