Hacer un viaje en solitario no tiene nada de malo, sino todo lo contrario, ya que se trata de una experiencia totalmente enriquecedora a la que cada vez más personas han decidido unirse sin importar su edad, sexo o religión. Viajar en solitario te permite tener todo lo bueno de la soledad y de la compañía, siendo tú el que te guía hacía un camino u otro.
Probablemente te has planteado emprender un viaje en solitario, pero los juicios sociales y de las personas de tu entorno te frenan a la hora de coger tu mochila y salir a recorrer el mundo. Muchos viajeros como tu han pasado por esa misma situación antes y ahora disfrutan de grandes experiencias en sus aventuras. Si quieres ser uno de ellos, no te pierdas estos consejos para hacer tu primer viaje solo.
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Escoge bien tu destino y tu alojamiento
El primer paso a la hora de realizar un viaje en solitario es escoger el destino. Si es tu primer viaje y no tienes del todo claro si serás capaz de hacerlo solo, aunque te aseguramos que será una experiencia inolvidable, escoge un destino cercano. Un fin de semana o un puente te servirán como buena toma de contacto para ver si estás hecho para viajar solo.
Por otro lado, si ya has decidido hacer un viaje largo, escoge un sitio en el que vayas a sentirte a gusto y seguro. Esto es algo que, desgraciadamente, tienen que tener en cuenta sobre todo las mujeres a la hora de elegir destino.
La elección del alojamiento es otra de las partes importantes de un viaje, ya que será donde recuperes fuerzas para abordar el siguiente día con toda la energía. Procura elegir un lugar cómodo, con buenas instalaciones y cercano a los lugares de interés.
No tengas miedo a los extraños
Es posiblemente la barrera más difícil de romper ya que desde bien pequeños nos han enseñado a no hablar con extraños ni a confiar en ellos. Si bien hay que ir con precaución, no solo a la hora de viajar sino en todos los aspectos de la vida, conocer a gente nueva a lo largo del camino enriquecerá tu viaje todavía más.
Para ello, ve con el pensamiento que la gente es buena por naturaleza y simplemente quieren ayudarte y, de alguna manera, formar parte de tu aventura. Te sorprenderá ver cómo la gente, sobre todo otros viajeros en tu misma situación, simplemente quiere hacerte sentir bien.
Siempre conectado
En un mundo tan hiperconectado, tener conexión a internet no te supondrá un gran esfuerzo. Si emprendes tu viaje por Europa, los servicios de roaming de tu compañía telefónica te lo pondrán muy fácil para que puedas comunicarte con los tuyos en cualquier momento a través de aplicaciones como WhatsApp o Skype. Si, por el contrario, te has decidido por un país fuera del territorio europeo, no te preocupes, ya que en la mayoría de destinos encontrarás tarjetas de prepago con conexión a internet.
Por otro lado, si decides prescindir de esas tarjetas SIM o tu terminal no es libre, no te resultará difícil encontrar conexiones wifi gratuitas en hoteles, restaurantes, etc. a lo largo de tu camino.
Estar siempre conectado te permitirá estar en contacto con los tuyos y hacerles saber que te encuentras en perfecto estado. Además, podrás compartir tus aventuras por redes sociales, ver alguna película o serie en algún trayecto, jugar al blackjack casino777 si se te antoja e incluso pedir comida para llevar a golpe de clic.
Cuidado con los descuidos
Para evitar sustos y posibles problemas, no pierdas de vista tus pertenencias en ningún momento. En un viaje en solitario eres el único responsable de tus objetos personales.
También es importante que vigiles las horas en las que andas por la calle, sobre todo si se trata de una zona desconocida.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de viajar solo es tener una copia bien protegida de tu documentación. Asegúrate de tener una copia del pasaporte o documento de identidad, de tu tarjeta sanitaria e incluso de la documentación de tu seguro de viaje. Envíate una copia por correo electrónica, guárdala en una unidad USB o llévala en papel para tener acceso a ella en caso de tener algún problema con la original.