Los Juegos Olímpicos

Los Juegos Olímpicos, ante una nueva cuenta atrás

A nivel general, 2020 ha sido uno de los años en los que la incertidumbre se ha convertido en protagonista. Tanto es así que algunos de los eventos deportivos con mayor relevancia a nivel internacional, como es el caso de los Juegos Olímpicos y de la Eurocopa de fútbol, se han visto obligados a posponer su celebración. El motivo, como no podía ser de otra manera, lo encontramos en la irrupción de la COVID – 19. Una pandemia que si bien parece que ya comienza a tener algo menos de impacto en según qué territorios, queda lejos de estar controlada al 100%.

Los Juegos Olímpicos son el acontecimiento deportivo más esperado por todos los amantes del deporte. Convertido en una de las citas deportivas clave no solamente para los deportistas y sus aficionados, sino también para todo el negocio que se articula en torno a los mismos. Las casas de apuestas, como Betway, son un buen ejemplo de ello. Posicionados como uno de los escenarios sobre los que esta industria genera una mayor cantidad de apuestas en la mayoría de las disciplinas que tienen presencia en este tipo de acontecimientos. No obstante, cuando queda un año para su celebración, las dudas en torno a la misma continúan muy presentes. Siendo plataformas como Betway especialmente sensibles a este tipo de modificaciones.

La vacuna, clave para garantizar su celebración 

Recientemente, Yoshiso Mori, presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio concedió una entrevista para una emisora japonesa. En la misma, afirmaba que existían dudas todavía de si las Olimpiadas iban a poder celebrarse si las condiciones que existían actualmente en torno al coronavirus no mejoraban de manera considerable. En esta misma entrevista, afirmaba que la vacuna era una de las claves para minimizar al máximo la incertidumbre.

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Mori se mostró muy tajante con la respuesta cuando fue pregunta acerca de la situación actual. Afirmando que “si la situación actual continúa, no podríamos” celebrar los Juegos Olímpicos. Programados, inicialmente, para el 23 de julio de 2021.

Tanto el propio COI como los organizadores consideran que 2021 es el último año en el que pueden celebrarse las Olimpiadas. En el caso de que la sociedad todavía estuviera expuesta al contagio del virus, optarían por la cancelación del evento. No siendo viable la posibilidad de un nuevo aplazamiento. Para ello, el desarrollo de la vacuna es uno de los escenarios sobre los que poder reducir la incertidumbre en torno a esta situación. 

Pocos detalles hasta otoño

Dada la situación actual, resulta especialmente complejo responder a todas las cuestiones que actualmente existen en torno a la celebración. No obstante, el COI ya ha manifestado en reiteradas ocasiones que existe la posibilidad de reducir toda la infraestructura que se organiza en torno a este evento deportivo para ayudar a minimizar los altos costos que se desprenden del mismo. Y que, al mismo tiempo, parece que en esta edición se van a traducir en un escaso retorno económico. Puesto que la opción de que todas las competiciones se realicen sin público todavía está muy presente. 

Desarrollar un plan similar al que se ha llevado a cabo en la NBA, en el que todos los deportistas y el cuerpo técnico permanecen en una burbuja, resulta especialmente complejo dadas las dimensiones y características del evento en cuestión. Con un total de 11.000 deportistas que se reunirán en las 42 sedes que están planificadas para su correcta ejecución para la celebración de todas las disciplinas.

No obstante, los científicos y equipos médicos encargados de llevar a cabo el desarrollo de la vacuna todavía no son capaces de proporcionar una fecha exacta sobre cuando ésta comenzará a estar lista para ser utilizada. Los estudios más optimistas dicen que podríamos tener las primeras vacunas dentro de, aproximadamente, nueve meses. No en vano, todavía queda mucho camino por recorrer. 

El problema de los patrocinadores

Nos encontramos ante uno de los eventos deportivos capaces de congregar una creciente atención por parte de millones de patrocinadores, con independencia de su naturaleza. No obstante, este histórico aplazamiento ha generado importantes dudas acerca del compromiso de los mismos por mantener su vinculación y su inversión económica en este acontecimiento. Un aspecto especialmente complejo ante una situación de crisis económica tan compleja como en la que nos encontramos inmersos a nivel mundial. 

Uno de los problemas más relevantes hacen referencia a la Villa Olímpica. La mayoría de estos apartamentos ya habían sido vendidos como pisos de lujo, convertidos en una importante fuente de ingresos con la que amortizar el gasto llevado a cabo en su construcción. No obstante, todavía son muchos los inversores que no han confirmado si mantienen su compromiso de compra 12 meses después de lo pactado inicialmente. 

Mientras tanto, únicamente queda por ver la cuenta atrás que ha comenzado de nuevo. Un temporizador que espera que este 2020 haya quedado en el olvido y que 2021 sea uno de los años en los que el espíritu olímpico alcance un nivel superior.

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