El gobierno de Boris Johnson insistió el domingo en que el Brexit se celebraría el 31 de octubre como estaba previsto, aunque el Parlamento votó para exigir un aplazamiento, un giro dramático que aumenta la incertidumbre sobre procedimientos de divorcio.
El Parlamento británico aprobó por 322 votos a favor frente a 306 en contra la Enmienda Letwin, que paraliza la votación final sobre el acuerdo de Brexit. Boris Johnson se negó en un principio a pedir una prórroga a Bruselas, a pesar a estar obligado a pedir una nueva extensión en la fecha de salida de la UE. El primer ministro británico acabó remitiendo anoche una carta sin firmar a la Bruselas en la que se solicita un retraso de la salida británica de la UE hasta finales del próximo enero.
“La Unión Europea mantiene abiertas todas las opciones”
A pesar de esta demanda, el gobierno aseguró el domingo que el Brexit tendría lugar el 31 de octubre. “Saldremos el 31 de octubre. Tenemos los medios y la capacidad para hacerlo “, dijo Michael Gove, mano derecha de Boris Johnson, en una entrevista con Sky News. En la BBC, el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, dijo que estaba “confiado” y dijo que “hay muchas personas en la UE que no quieren un aplazamiento”.
En Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo el sábado por la noche “comenzar a consultar a los líderes de la UE sobre cómo reaccionar”. Según una fuente europea, las consultas “podrían tomar algunos días”.
El domingo, durante una breve reunión en Bruselas de los embajadores de los 27, en torno al negociador europeo Brexit Michel Barnier, la solicitud fue planteada pero no debatida. “La Unión Europea mantiene abiertas todas las opciones”, dijo un diplomático de la UE, diciendo que el proceso de ratificación del acuerdo estaba en marcha.
Jeremy Corbyn, líder de la oposición laborista, ya clama victoria: para él, “el acuerdo perjudicial (de Boris Johnson) fue derrotado” y “a pesar de su postura irritable y presumida”, tuvo que “obedecer la ley Dijo en Twitter.