Jamón ibérico

Jamón ibérico, de la dehesa a tu mesa

Es innegable que la gastronomía española es una de las mejores del mundo por la calidad y variedad de sus productos. En cada uno de ellos se nota la influencia de su benefactor clima, de su historia y de las costumbres de sus gentes.  

Indudablemente, son muchas las razones por las que la gastronomía de España sobresale de entre las demás. Por creativa, por saludable, por exquisita, por incluir un ingrediente estrella como es el aceite de oliva, y por contar entre sus filas con el jamón ibérico, un auténtico orgullo nacional.

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Y hablando de jamones

Junto con la tortilla de patatas y la paella, el jamón ibérico, es uno de los productos más representativos de la gastronomía de España. Y es que no es de extrañar, dados los múltiples beneficios que proporciona.

Así es, criado en dehesa y con base de alimento de bellota, es el mejor ingrediente que se puede incluir para conseguir una dieta sana y equilibrada. Realmente, es un gran compañero para mantener nuestra salud en forma y el paladar satisfecho.

  • Aporte nutricional. Este alimento nos aporta un alto nivel de proteína de gran calidad. Además, en una sola loncha podemos encontrar multitud de vitaminas del grupo B y D así como hierro, zinc, fósforo, calcio y magnesio.
  • Grasas monoinsaturadas. Aunque ciertamente el jamón ibérico contiene grasas, es preciso destacar que son monoinsaturadas y que poseen una gran cantidad de ácidos grasos saludables para el corazón. Se trata de una grasa parecida a la del aceite de oliva que aporta mucha energía saludable. Concretamente, está compuesta de almidón y ácido oleico, dos elementos que colaboran en la reducción del LDL, más conocido como “colesterol malo”.
  • Contenido en sal. No se puede discutir que efectivamente y debido a la forma de curación de las piezas, su contenido en sal es alto. No obstante, no hay que perder de vista que en el proceso de curación natural se producen péptidos, unas moléculas indispensables para el cuidado de la piel y que resultan muy favorecedoras si las incluyes en tu rutina diaria.

¡Y por si fuera poco!

Es un excelente aliado contra la obesidad. Por si no lo sabías, por cada 100 gramos de jamón ibérico de bellota encontraremos 57,5 gramos de agua, 28, 5 de proteínas y 14,5 de grasa. Además, no posee azúcares y su valor calórico no sobrepasa las 250 calorías.

Como puedes observar, no faltan razones ni ganas para consumir jamón ibérico. Pero eso sí, es muy conveniente que antes de que te pongas manos a la obra sepas distinguir cuáles son las características que le convierten en un regalo para el paladar. Así pues, para que vayas tomando nota y no te den gato por jamón, te mostramos a continuación algunas de sus más señaladas propiedades. ¡Acompáñanos!

Detalles que marcan la diferencia

Tanto el intenso aroma como el marcado sabor agridulce de esta joya gourmet mediterránea no son fruto de la casualidad. Esta calidad se debe al régimen de crianza y alimentación y de una sustancia muy especial que procede de la corteza de los árboles y que determina rotundamente el sabor único e inimitable del jamón ibérico, hablamos del tanino.

Debes saber que existen distintas variedades en función de su alimentación y que se pueden identificar fácilmente según una serie de etiquetas creadas para tal menester.

  • Precinto rojo o negro. Se refiere al jamón Ibérico de Bellota. Se considera el de mejor calidad. El cerdo se cría en total libertad en la dehesa, alimentándose exclusivamente a base de bellotas, hierba y tubérculos. Debe tener una curación mínima de 24 meses.
  • Precinto verde. Se utiliza para identificar al jamón Ibérico de Cebo de Campo. En este caso aunque el cerdo no se cría en completa libertad en el monte, sí se habilita un espacio exterior para ello. En él, se le alimenta de cereales, piensos y leguminosas.
  • Precinto blanco. Jamón Ibérico de Cebo. Los animales son criados en granjas a base de piensos concentrados. Es de entre todos, el de menor calidad.

Por supuesto, no hay que olvidar que el cerdo siendo omnívoro como es, en su etapa montañera, adereza su menú de bellotas con algún que otro entrante a base de insectos y hongos, todo ello acompañado también de abundantes guarniciones de ratones, larvas e incluso raíces. 

Por otra parte, los brotes de hierba y frutos silvestres, de igual forma, constituyen un pilar fundamental en su alimentación. Todos estos ingredientes se mantienen en la dehesa y afectan finalmente a la longitud y el peso de cada uno de los ejemplares.

Asimismo, el ejercicio físico también influye, brindando una carne más fina, con una concentración menor de líquidos superfluos y más glucógeno, tan beneficioso para nuestra salud.

Llegados hasta aquí, seguramente te estés preguntando dónde puedes encontrar tan exquisito manjar. La respuesta nos viene dada de la mano de la empresa Encina Don Alberto.

Esta segura y confiable empresa, se encuentra situada en el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en la Sierra de Huelva. Es preciso señalar, que cuenta con una amplia trayectoria profesional en la elaboración de embutidos y jamón de Huelva ibéricos. Todo ello de forma tradicional y artesanal.

Criados en libertad en plena sierra y curados en secadero natural, a la antigua usanza, todos sus ejemplares ofrecen el más selecto de los manjares con una relación calidad-precio insuperable, y con un excelente servicio de atención al cliente. Además, entrando en su plataforma siempre podrás hallar jamones ibéricos en oferta, con los que satisfacer el más exigente de los paladares.

¡No esperes más para participar en su gran festival de sabores!

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