Muchísimas personas cada día en todo el mundo, tienen problemas para conciliar el sueño y dormir de forma plena todas las noches. Y lo cierto es que dormir bien es super importante para afrontar el día a día con energía y, sobre todo, para mantener una vida saludable.
Dormir bien no solo significa dormir muchas horas, si no que esas horas sean de calidad. Para que esto ocurra no solo debemos tener suerte, si no que hay muchísimas formas de mejorar nuestro día a día para poder, finalmente, dormir bien y descansar.
Como sabemos que este tema es una cuestión que afecta a muchísimas personas, en el día de hoy queremos traeros algunos consejos que sí funcionan para dormir mejor cada noche. Estos son una serie de hábitos que debéis incorporar a vuestra rutina diaria para que den resultados…¡esperamos que os funcionen!
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Mantén unos horarios fijos
Una de las rutinas más importantes que debemos incluir en nuestro día a día es mantener unos horarios fijos. Y en realidad no es una cuestión solamente de acostarnos siempre a la misma hora, si no que es una dinámica que debemos practicar todos los días.
Intentar despertarnos más o menos todos los días a la misma hora y, a partir de ahí, crear un sistema de horarios de comidas, trabajo y descansos que sea en cierto modo regular. Así, cuando llegue la hora de irnos a la cama, habremos hecho todo lo que nos hemos propuesto para el día y estaremos encantados de poder domir.
Acostumbrar a nuestro cuerpo a este tipo de cambios es muy positivo y, si lo practicáis, estamos seguros de que dormiréis mucho mejor. Llegará un momento en que vuestro cuerpo os pida ir a dormir siempre a la misma hora.
Medita, practica yoga o, simplemente, relájate
Meditar o practicar yoga es, hoy en día, algo desvinculado de religiones y misticismos. Sí es cierto que hay muchísimas religiones que lo contemplan como un ejercicio en sus creencias, pero lo cierto es que la meditación y el yoga han traspasado fronteras y pensamientos.
Actualmente, cualquiera le puede dedicar unos minutos al día para sentarse y relajarse; y es que realmente es muy conveniente que durante el día hagamos ejercicios de relajación, nos sentemos a meditar o practiquemos algunas posturas de yoga.
Estos ejercicios nos ayudarán a estar más tranquilos con nosotros mismos y, todo el conjunto, contribuirá a que durmamos mejor. Sin duda, una práctica estupenda para conciliar el sueño son las respiraciones controladas, otro método de relajación.
Consulta imágenes relajantes y lee algo
Algo que os recomendamos que hagáis una vez estéis en la cama, justo antes de apagar la luz es ojear algunas imagenes de buenas noches. Este tipo de imágenes y mensajes os ayudarán a conciliar el sueño y a leer algunas frases motivadoras antes de dormir.
Irnos a dormir con una última buena lección de vida será un ejercicio muy sencillo pero que nos ayudará a conciliar el sueño de una manera mucho más relajada. Estas imágenes, además de ser relajantes, nos permitirán abstraernos un poco de la realidad, haciendo que el momento de meterse en la cama sea delicado y agradable.
Escribe tus pensamientos
Otro de los hábitos que podéis introducir en vuestra rutina para dormir mejor es el de escribir nuestros últimos pensamientos antes de dormir. Aunque simplemente sea un “buenas noches amor” para vuestra pareja o cualquier otra de las frases de buenas noches que se os puedan ocurrir, siempre será un grato momento que nos ayudará conciliar el sueño.
El ejercicio de la escritura nos permitirá dar rienda suelta a nuestra imaginación, contar lo que nos ha pasado en el día o, simplemente, anotar cuáles son nuestras sensaciones y emociones antes de ir a dormir. Un ejercicio bien sencillo del que, seguro, podéis sacar buen provecho para hacer vuestras noches mucho más tranquilas.
No cenes demasiado
Aunque pueda parecer algo obvio, cenar ligero es uno de los hábitos que nos permitirá dormir bien y descansar. Sin embargo, cenar ligero es solo una pequeña parte de un hábito más grande que debemos seguir. Además de controlar la cantidad de comida que ingerimos, también debemos preocuparnos porque sea una cena sana y equilibrada con, al menos, una o dos piezas de fruta.
Cenar bien pero de forma ligera es posible y, si nos planificamos bien, no tendremos por qué acabar recurriendo a una pizza congelada o a algo de comida basura. Uno de los trucos más fáciles es tener siempre algo rico y que nos guste en la nevera: pan tostado, jamón serrano o cocido, algo de queso, un poco de aguacate…
Combinando cualquiera de esos elementos y añadiendo a nuestra cena algo de fruta, tendremos una cena sana, ligera y que nos ayudará a conciliar el sueño.