Geoceldas para la construccion de muros de contencion

Geoceldas para la construcción de muros de contención

Los muros de contención son tan antiguos como los tiempos de faraones en Egipto y emperadores en la antigua China. En tiempos A.C. (antes de Cristo), los constructores ya advertían la necesidad de lograr construcciones que pudieran contener los terrenos para evitar deslizamientos.

El material geosintético conocido como geoceldas es la solución más moderna a este tipo de problemas. Es más tecnológica, de menor impacto ambiental, representa un ahorro en dinero, es sustentable y además brinda un mejor aspecto visual.

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Contención mecánica de terrenos

Las geoceldas son estructuras tridimensionales llenas de patrones geométricos similares a los que se encuentran en los panales de miel de las abejas. El principio de fruncimiento dicta que estas estructuras (llamadas células) sean rellenadas con materiales como arena, tierra o grava para dar mayor estabilidad a superficies por naturaleza inestable.

Cuando son sometidas a fuerzas (pueden ser fuerzas tan simples como la acción de la gravedad o la presión del agua de lluvia o agua acumulada en la superficie), las paredes ejercen una distribución de la presión para evitar el desplazamiento de superficies con baja capacidad portante.

Los muros de contención se arman al apilar una geocelda rellena sobre otra. Por supuesto, el relleno ha de ser compacto y este debe apilarse dejando un espacio prudencial de una o dos filas sin solapar para dar mayor estabilidad a la construcción y lograr una pendiente. Con esto, se logra una estabilidad estructural mediante el propio peso.

Asimismo, la maleabilidad de las geoceldas hace que la construcción en terrenos con dimensiones irregulares sea más sencillo. Los muros de contención segmentados se logran con menos exigencia técnica y logística por la misma razón.

En caso de sismo, las geoceldas de Neoloy® son las que tienen mejor comportamiento debido a la naturaleza de la aleación polimérica con la que se elaboran y al riguroso tratamiento con ultrasonido que mantiene unidas las paredes de las celdas.

Contencion mecanica de terrenos

En simulaciones de movimientos sísmicos de hasta 5 en la escala de Richter, mostraron mejor rendimiento significativo en comparación con otras geoceldas y con la técnica de geomallas o geomembranas que aplican algunos constructores.

La tecnología de muro de contención abrió las puertas a una nueva manera de construir, pues la contención mecánica de terrenos brinda estabilidad y rigidez con materiales locales, ahorrando tiempo y dinero.

Geoceldas son sinónimo de ahorro

Construir un muro de contención, ya sea con gaviones, escolleras o simplemente reforzando una superficie con concreto, requiere de gran logística de maquinaria y de la utilización de materiales (piedras y concreto) que no se encuentran naturalmente en cualquier terreno.

Esta solución alternativa de muro de contención solamente requiere de la instalación de las geoceldas y de su compactación. El material de relleno no requiere de esperas ni de movilizaciones, pues puede utilizarse el mismo que ha acabado sobrando tras los movimientos de tierras.

Materiales locales, ahorro en contratación de maquinarias para trasladar materiales y desechos, además de alta durabilidad en el tiempo. Si se trata de dinero, las geoceldas son una solución para siempre tener en cuenta a la hora de armar muros de contención. Según la naturaleza de la obra, pueden representar entre un 20% y un 30% de ahorro.

Solución sostenible

La sostenibilidad es una de las variables sobre las que se busca mayor control en las obras de hoy en día. Las geoceldas aportan exactamente eso a los muros de contención. Al facilitar la reutilización de material local se hacen sostenibles de diversas maneras.

Además, están elaboradas con materiales duraderos que resisten hasta 75 años de exposición al agua, el sol, las altas temperaturas y la constante aplicación de cargas; todo mostrando baja fluencia y sin rastros de desintegración.

Un agregado de sostenibilidad en muros de contención se observa con los denominados “muros verdes”, que no son más que muros de contención formados con geoceldas y cubiertos por material vegetal.

Las paredes celulares tienen orificios que permiten un mejor comportamiento del material nano polimérico y que además facilitan el drenaje y el enraizamiento. Así las últimas filas de cada celda pueden servir de base para el crecimiento de plantas.

El mecanismo de las celdas garantiza un drenaje parejo y su disposición geométrica facilita la posibilidad de crear patrones que den un mejor aspecto ornamental. Por ello, esta práctica de muros verdes es muy utilizada para construcciones con altos muros y que apuntan al crecimiento de material vegetal para lograr certificaciones de sostenibilidad.

Los muros de contención armados con este material geosintético han demostrado que nos e necesita de concreto ni de grandes rocas apiladas para lograr rigidez, la arena y la tierra están perfectamente bien. Es la tecnología lo que revoluciona el campo, no el material utilizado.

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