Mantener los espacios limpios y ordenados se traduce en un gran bienestar físico y mental. Sin embargo, para nadie es un secreto que el ajetreado ritmo de vida actual hace que resulte un poco complicado mantener nuestro hogar justo como queremos todo el tiempo. Y es que, sin darnos cuenta, los objetos y artículos se van acumulando, el día que tenemos planificado aspirar surge cualquier tipo de inconveniente y lo postergamos y así, sucesivamente, van ocurriendo imprevistos que evitan mantener la casa limpia y ordenada de forma regular.
Es, justamente por lo anterior, que cada día más personas optan por contratar un servicio de limpieza profesional que se encargue de mantener los diferentes espacios del hogar perfectamente limpios y ordenados. Y es que, contratar a una empresa como por ejemplo http://www.limpiezasabando.com/, se traduce en muchísimos beneficios, puesto que cuentan con personal altamente cualificado, las mejores herramientas y técnicas para limpiar rápidamente y de forma efectiva cada rincón del hogar o de la oficina.
Sin duda alguna, contratar a una empresa es una de las formas más efectivas de mantener nuestro hogar limpio y ordenado. Sin embargo, también podemos aplicar muchas otras técnicas que, pese a ser sencillas, son una fantástica opción para mantener limpio en el día a día nuestro hogar. A continuación, compartimos contigo algunas de las más destacadas:
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Hacer una limpieza y comprar solo lo necesario
El primer paso para mantener los diferentes espacios del hogar organizados comienza por hacer una limpieza profunda del hogar y esto implica deshacernos de todos aquellos objetos y artículos que no utilizamos. Acumular es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos cuando deseamos tener nuestro hogar organizado y suele haber una tendencia de adquirir y conservar productos que, en la realidad, no utilizamos y solemos almacenar e incluso olvidar que existen.
Una vez hecha una limpieza profunda, y esto implica vender o deshacerse de artículos y objetos que no utilizamos, el siguiente paso es hacer compras inteligentes. Para ello, al momento de desear comprar un determinado artículo, debemos plantearnos si realmente lo necesitamos o vamos a utilizar de forma regular o, por el contrario, será un artículo de uso de una sola vez y listo. Depurar es, entonces, el primer paso y el siguiente es mantener a raya los productos que compramos.
Organizar los espacios de una manera funcional
Dedica uno o varios días después de haber hecho la depuración a organizar los diferentes espacios de tal manera que sean lo más funcionales posible en función del tipo de actividad que se realiza en el día a día. Deja a la mano aquellos productos o artículos que se utilizan con más regularidad y no tanto aquellos que se utilizan esporádicamente.
Organiza la ropa y objetos personales
También es recomendable que te tomes uno o varios días para organizar la ropa. En el caso de vivir en un país con cuatro temporadas, el cambio de temporada es una magnífica oportunidad para ordenar todas las prendas bajo un enfoque funcional y esto te permitirá aprovechar mucho más el espacio y conseguir que todo se vea más organizado y limpio.
Hacer la cama todos los días
Algo tan sencillo como hacer la cama todos los días cambia por completo la visión de la habitación. Tómate unos pocos minutos y haz la cama cada mañana después de despertar. Esto no solo generará una imagen de orden, sino que también tiene un impacto positivo a nivel mental y emocional.
Doblar y guardar la ropa
Aunque este suele ser un paso que solemos postergar, la realidad es que no hay mejor manera de mantener todo ordenado y organizado que doblar y guardar la ropa una vez que la hemos descolgado del tendedero o sacado de la secadora. Además, así evitamos que se nos acumule y sufra un deterioro mayor.
Fregar los platos después de cada comida
Otra forma rápida y sencilla de mantener los espacios limpios y ordenados es fregando los platos después de cada comida. En caso de tener lavavajillas colócalos en el aparato y deja todo el espacio de la cocina despejado. Cuando hay manchas o grasa, es recomendable tomarse unos minutos para limpiar rápidamente y conseguir que todo luzca limpio. Además, esta es una forma efectiva de evitar que la suciedad continúe acumulándose, ya que en caso de hacerlo, especialmente en espacios como la cocina, luego cuesta mucho más limpiar en profundidad.
Secar el baño después de bañarnos
Hoy en día contamos con implementos muy interesantes que nos permiten, por ejemplo, mantener los cristales y paredes de las duchas en perfectas condiciones después de cada año, ya que eliminan los restos de agua y jabón después de cada ducha. Secar el baño es, al igual que en los casos anteriores, una forma sencilla pero muy efectiva de mantener el espacio limpio por un mayor periodo de tiempo.
Aspira o barre con regularidad
Si bien es cierto que no vamos a limpiar en profundidad todos los días, una forma efectiva de mantener el polvo y la suciedad a raya es aspirando o barriendo todos los días o como mucho con un día intercalado. Esto es especialmente importante en espacios donde la suciedad se suele acumular más como es el caso de la cocina, el comedor o el salón.
Adicionalmente, asegúrate de, una vez a la semana, pasar la mopa para eliminar por completo cualquier rastro de polvo y también limpiar los baños. En el caso de las duchas o bañeras, dependiendo del uso que se les dé, se pueden limpiar una vez a la semana o como mucho una vez cada dos semanas.
Optar por ayuda
Aunque lo comentamos anteriormente, siempre está la alternativa de contratar un servicio de limpieza profesional que se encargue de mantener nuestro hogar en perfectas condiciones. Este tipo de servicios es particularmente recomendable porque, a diferencia de la contratación de cualquier otra persona de forma particular, cuentan con una formación profesional, así como también con productos que limpian más profundamente y esto influye en que se mantenga durante más tiempo la limpieza.
Con los consejos anteriores conseguirás mantener tu casa limpia y ordenada todos los días, pero requiere una dedicación de, al menos, unos pocos minutos al día. Sin embargo, son minutos que definitivamente merecen la pena para que todo luzca justo como deseamos y, adicionalmente, no nos cueste tanto limpiar con más profundidad posteriormente.