El protector solar, también llamado bloqueador o crema solar, es un producto imprescindible en toda rutina de cuidado de la piel. Diversas investigaciones han demostrado que la continua exposición a rayos UVA y UVB penetran las capas exteriores de la piel hasta las más profundas, destruyendo el colágeno y las células que ésta produce.
En resumen, tomar el sol sin ningún tipo de factor de protección solar (FPS) envejece el aspecto de la dermis, provoca manchas e, incluso, enfermedades como el cáncer de piel.
Es importante utilizar este producto, pero es aún más imprescindible utilizarlo de la forma correcta. Ya que existen muchas teorías en torno a su aplicación, hemos decidido enumerar cuatro errores que probablemente estén saboteando el cuidado de tu piel:
- Solo usar bloqueador en exteriores, jamás dentro de casa
Aunque parezca increíble, los rayos UVA sí pueden penetrar nuestra piel a través de las ventanas. Además, por si no lo sabías, las pantallas de los ordenadores, teles y smartphones emiten infrarrojos que producen manchas cutáneas.
La luz azul que proviene de estos aparatos y de la fluorescencia, impacta en nuestra dermis de forma negativa. En casos más extremos, puede provocar cáncer de piel. Si tu objetivo es mantener la salud y juventud de tu piel, es mejor que te apliques protector solar, incluso cuando estás en casa.
- Día de playa: solo usar bloqueador
El cuidado de la piel no termina con el uso de un buen protector solar, sino también es necesario una suma de productos que hidraten y mejoren su apariencia post bronceado.
La radiación UV provoca pérdida de agua, sensación de ardor, y la degradación de las fibras de colágeno y elastina, así comienza el proceso de envejecimiento. Para contrarrestar su efecto, se puede aplicar una crema hidratante o un producto más específico como el after sun. A diferencia de cualquier simple loción, el after sun repara el fotoenvejecimiento, evita la descamación y minimiza la inflamación de la piel. Según Elle, la revista de moda y belleza más vendida del mundo, ‘’es todo un refresco cutáneo’’.
- No utilizar lo suficiente
De acuerdo con muchos expertos, la unidad de medida básica para aplicar el bloqueador son las cucharadas de té. Sí, leíste bien.
Una cucharada de té para el rostro y cuello.
Dos cucharadas de té para el torso y la espalda.
Una cucharada de té para cada brazo y dos para cada pierna.
Así de sencillo. Aunque hoy en día hay muchas opciones, normalmente aplicar el bloqueador sigue siendo incómodo. Para evitar esa sensación pegajosa, espera la absorción total del producto en cada zona.
- Pensar que con una vez por día, es suficiente
¿Del 1 al 10, cuánto quieres proteger tu piel? Tu respuesta será el número de veces que debes retocar tu fotoprotector.
Recuerda que el SPF de un protector solar pierde un 80 % de su capacidad de barrera después de dos horas de ser puesto. Los especialistas recomiendan hacerlo cada 2 o 4 horas.
¿Qué ocurre si estoy maquillada? Opta por retocar tu piel con polvos minerales o brumas que cuenten con un alto SPF.