Los seguros son esa carta mágica para prevenir el riesgo que pueden sacarnos de más de una situación peliaguda. Del vasto mazo de compañías de seguros que existen en el sector es difícil extraer la mejor baza. Y es por ello que las corredurías de seguro ofrecen su mediación en beneficio del asegurado.
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Introducción a las corredurías de seguros
Las pólizas de seguro, y válgase la redundancia, sirven para aportar seguridad a un individuo en caso de sufrir daños físicos o materiales. Los seguros cubren un sinfín de circunstancias de riesgo, en forma de ayudas o indemnizaciones, cuya previsión bajo contrato exime al asegurado de la incertidumbre de lo inesperado. Bajo su amparo, los seguros pueden intervenir positivamente tanto en la salud de un individuo, como en los desperfectos de su vehículo. Ahora bien, dar con un ángel de seguro económico y completo puede resultar una exhaustiva tarea. A no ser, claro está, que la perspicacia perciba la opción de recurrir a una correduría de seguros.
Fronting es una correduría de seguros y reaseguros cuyo propósito es el de hallar la mejor mediación, entre asegurado y aseguradora, para dar con el seguro ideal según su finalidad. Con la innovación como bandera de causa, Fronting ofrece servicios de marketing y comunicación, formación y asesoramiento jurídico sobre seguros. Contando, además, con un software de gestión propio con el que facilitar los trámites y consultas relativos al seguro.
El trabajo de una correduría de seguros consiste en intermediar entre las compañías aseguradoras y el cliente a fin de encontrar las mejores opciones al mejor precio. De la mano de partners de nivel como Generali, Allianz, Adeslas, Mapfre o AXA, entre muchos otros, Fronting se centra en la seguridad y estabilidad como resultados de una buena póliza de seguro. Ofreciendo, además, un cuidadoso soporte jurídico que cuenta con departamento de atención al cliente, asesoramiento y apoyo en corporate comliance, protección de datos e incluso representación ante el SEPBLAC.
¿Seguro o reaseguro?
El funcionamiento de una reaseguradora consiste en funcionar como un seguro del seguro preexistente. Es decir, actuar como seguro del riesgo que asume un primer asegurador compartiendo todos o parte de los riesgos. Mediante esta vía, la funcionalidad de las compañías de seguros se refuerza y solidifica. Así como el asegurado obtiene más seguridad dejando su seguro en manos de dos entidades. Sin olvidar que dicha compartición de riesgos se traduce en un menor coste para quien contrata el seguro a través de dicho recurso.
Por tanto, escoger una correduría veraz y competente, que goce de una buena infraestructura y cuente con depurados segmentos estratégicos, es abogar por el beneficio del seguro. Dado su carácter independiente y de imparcialidad, la correduría puede conseguir coberturas de seguro mucho mejores de las que pueden accederse directamente desde una compañía. De ahí que la figura del mediador focalice sus esfuerzos en empezar la búsqueda sólo tras conocer en profundidad las necesidades concretas del interesado.
De este modo, el cliente se comunica únicamente con el mediador, o corredor de seguros, quien a su vez se dirige a la aseguradora como portavoz del primero. Y es que a diferencia de un agente, el corredor de seguros no está vinculado a ninguna compañía. Y para más interés, liberando al corredor de hipotéticas triquiñuelas en favor del mismo, el servicio de una correduría es gratuito para el cliente. Ya que su retribución proviene de las comisiones obtenidas con la aseguradora final.
Ventajas de las corredurías de seguros
A fin de entender y tener en cuenta con más detalle la presencia y las ventajas de una correduría de seguros, cabe indagar un poco más en sus características. En primer término, uno de los aportes es el de la representación del asegurado. Algo que otorga una simplificación de las gestiones, así como una mayor confianza gracias a la asesoría y el seguimiento. Ligando a ello la independencia e imparcialidad antes mencionadas, así como la naturaleza personalizada de la atención al cliente.
Es preciso anotar, como añadido, el carácter personal y humano de las corredurías. Al no establecer contacto con un agente de seguros, las averiguaciones respecto a la mejor póliza no están condicionadas por normativas corporativas o requerimientos de la empresa. Se trata, simplemente, de otro ser humano que, ante la preocupación por un seguro de otro, trabaja arduamente en dar con lo mejor mediante un conocimiento profesional y empático. Sin mecanismos de manipulación alguna. Tan sólo el servicio de encontrar seguros óptimos y claros.
Tanto si se trata de acceder a seguros de personas que protejan a éstas de cualquier riesgo en su integridad o salud, como si se precisa de un seguro para bienes materiales a fin de resarcir el deterioro o la destrucción del patrimonio. Dejarlo en manos de una correduría de seguros es una inteligente apuesta por la estabilidad y la seguridad. Porque existen ya demasiados rompecabezas en la vida y cuando una mano está extendida a nuestro favor, no hay más que