Cómo funciona un deshumidificador

¿Cómo funciona un deshumidificador?

Un deshumidificador es un dispositivo que se caracteriza por condensar la humedad presente en un ambiente determinado, impidiendo que ésta se impregne en las paredes y en otras superficies. Del mismo modo, los deshumidificadores también evitan la corrosión de los aparatos electrónicos, así como la de otros objetos metálicos susceptibles de sufrir las consecuencias negativas derivadas de las altas tasas de humedad.

Por este motivo, el uso de deshumidificadores también es aconsejable en aquellos hogares donde viven personas con afecciones alérgicas o con dolencias óseas. En el primero de los casos puede resultar muy beneficioso optar por un deshumidificador purificador, diseñado para condensar la humedad al tiempo que purifica el aire.

Cómo funciona un deshumidificador

El funcionamiento de los deshumidificadores se basa en la aspiración del aire húmedo existente en una estancia, para hacerlo pasar por un circuito interno, cuyo objetivo es extraer la humedad y expulsar al entorno el aire seco obtenido. Actualmente, existen en el mercado dos tipos de deshumidificadores según el tipo de circuito empleado.

Así, los deshumidificadores con comprensor son aquellos que filtran el aire y lo envían a un condensador. Como este condensador se encuentra a temperaturas muy bajas, consigue generar vapor a partir del agua presente en el aire aspirado. Este vapor de agua se acumula en un depósito, mientras que el aire seco es calentado a temperatura ambiente para evitar enfriar la estancia a la que se expulsará.

Los deshumidificadores con gel de sílice son, por su parte, todos aquellos que se utilizan en espacios muy fríos. Su funcionamiento consiste en hacer pasar el aire húmedo por un rotor deshidratante, cuyo gel de sílice es el responsable de chupar la humedad. Los deshumidificadores con gel de sílice disponen, además de un segundo circuito interno, encargado de enviar el aire por un rotor para desecarlo y expulsarlo seco y cálido al entorno del que ha sido extraído. Por lo general, los deshumidificadores más comunes son los primeros, es decir, los deshumidificadores que utilizan un comprensor.

Humedad

Cómo sé si necesito un deshumidificador

Una de las mejores formas de averiguar si se necesita un deshumidificador es atendiendo al olor de nuestra casa. De esta manera, si comprobamos que en determinados espacios prima un olor intenso a humedad, deberemos hacernos con un deshumidificador. Asimismo, si el olor a humedad va acompañado de la aparición de capas de moho en algunos lugares, sabremos que los problemas de humedad son relativamente importantes, por lo que se deberán adoptar medidas de urgencia desde ese momento.

Igualmente, en algunos hogares también se puede dar un problema de condensación. Para saber si es nuestro caso, solo tendremos que atender a la superficie de determinados objetos. De este modo, si observamos que la superficie de algunos muebles u objetos decorativos presentan pequeñas gotitas de agua será indicativo de que, efectivamente, tenemos un problema de condensación.

Cómo escoger un deshumidificador

A la hora de escoger un deshumidificador deberemos atender a algunas cuestiones. En principio, lo fundamental será valorar las dimensiones de los espacios en los que colocaremos el deshumidificador. De la misma manera, será útil no olvidarse de algunos aspectos como el caudal de aire, la capacidad de extracción y de depósito.

Así, un caudal de aire elevado implicará una mejor calidad del deshumidificador. Por otra parte, en cuanto a la capacidad de extracción – medida en litros extraídos cada 24 horas – deberemos tener presente que cuanto mayor sea ésta, mayor será también el consumo generado.

Por último, cuando estemos decidiendo el modelo de deshumidificador, será interesante optar por uno que cuente con un higrostato ajustable, lo que hará que el dispositivo se apague automáticamente cuando alcance un nivel de humedad estipulado. Igualmente, siempre es beneficioso elegir deshumidificadores cuyo funcionamiento no provoque demasiadas molestias, ya que si adquirimos un deshumidificador muy ruidoso, veremos alterada la tranquilidad de nuestro hogar.

Ventajas de utilizar un deshumidificador

En relación a todo lo anterior, las ventajas de tener en casa un deshumidificador están muy vinculadas a la desaparición de los ácaros, del moho y de los hongos. De esta forma, si mantenemos diariamente nuestro hogar en unos niveles no superiores al 50% o 60% de humedad, evitaremos su proliferación.

Del mismo modo, al controlar la humedad evitaremos la aparición de manchas oscuras en las paredes. No obstante, si éstas ya han aparecido, una buena manera de eliminarlas es empleando sal. Así, será conveniente colocar un quilo de sal en un recipiente abierto en los lugares más húmedos de nuestro hogar. Posteriormente, cuando veamos que ya está completamente oscura, sabremos que ya no puede absorber más humedad por lo que deberemos cambiarla.

El combate contra la humedad genera espacios más limpios y más sanos, especialmente recomendables para aquellas personas que sufren de dolencias alérgicas, respiratorias u óseas. En este sentido, controlar la humedad de un espacio implica al mismo tiempo cuidar de nosotros mismos y de los nuestros.

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