Algunas personas han soñado siempre con ser artistas, otros desean tener un hobby para distraerse o aprender una actividad distinta, sin importar cuál sea el caso, nunca es tarde para comenzar.
Muchas personas intentan acceder a clases de pintura, pero suelen arrepentirse al sentir que estarán fuera de lugar en un salón o pensar que son mayores para aprender. Pero las nuevas modalidades de cursos de pintura en Valencia, donde se realizan actividades en bares y restaurantes, hacen que el ambiente sea ameno y la persona se arriesgue a experimentar.
Las clases de pintura social son tendencia en muchas partes del mundo, donde los estudiantes pueden compartir con un grupo de personas, mientras aprenden y toman una copa o refresco. Puede que algunos lleven décadas sin tocar un pincel, pero los asistentes son capaces de desenvolverse muy bien en un espacio más relajado, y seguir las instrucciones de los maestros para convertir el lienzo blanco en arte.
Las clases son dadas por expertos, maestros que cambian las aulas de clase para enseñar sobre la pintura en ambientes que permiten una mayor socialización, de esta manera, pueden llevar el arte a diversos rincones y permitir la inclusión.
El éxito que ha obtenido el “social painting” en muchas ciudades importantes no se ha hecho esperar en España, teniendo clases de pintura en Valencia, Barcelona, Madrid, Albacete, Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Cartagena, Murcia, Córdoba, Granada, Málaga, Valladolid, Gijón, Toledo y muchas otras más.
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¿Qué proporcionan estas clases de pintura?
La experiencia ayuda a las personas a distraerse, recibir apoyo de otros que también están aprendiendo, socializar, desconectar de la rutina y compartir un rato agradable con extraños que tienen un objetivo en común, terminar un cuadro.
La actividad es el paso inicial de muchos para ingresar a clases ordinarias, para no sólo relacionarse con el arte, sino además para saber plasmarlo. La pintura social nocturna también puede ser realizada por grupos corporativos, como una de sus actividades recreativas para ayudar a integrar a sus empleados.
Durante la noche, además de conectarse con el arte y las personas, permite alejarse por un par de horas del teléfono móvil, lo que representa una gran ventaja para lograr una relajación, distracción e inmersión completa, ayudando a la mente a pensar en otros aspectos de la vida.
La experiencia remonta a las personas a la infancia, cuando tenían sesiones de juegos con sus amigos, primos, vecinos y hermanos, y donde no sólo se juntaban para jugar actividades exclusivamente físicas, sino que además se reunían para pintar con los colores de la escuela.
Para las personas que están en ciudades alejadas o que tienen problemas de movilidad, también pueden asistir a un curso de pintura online para que obtengan todos los beneficios de los talleres, pero desde la comodidad de su casa. Así que, hoy en día no hay excusas para aprender a pintar, sólo se debe tener una conexión a internet y disfrutar de la ocasión.
Las tareas pueden ser realizadas por personas sin experiencia previa, sólo necesitan las ganas y el tiempo para dedicarlo a la actividad. Aunque no significa que se convertirán en expertos en unas horas, el proceso ayuda a acercar al arte e iniciarse en él. Aunque, si se siguen los pasos y las instrucciones de los profesores, los resultados pueden ser asombrosos.
¿Qué se necesita para comenzar a pintar?
En estos cursos se puede pagar un paquete completo que incluye los materiales o solicitarlos para que lleguen a casa. El set de pintura suele incluir un caballete imprescindible para soportar el lienzo, un delantal que ayudará a cuidar la ropa de manchas, además del lienzo, set de pinceles, pintura acrílica y paleta de pinturas.
Además, se puede proporcionar una ayuda a través de vídeos que la persona puede ver cuando le apetezca, para poder seguir paso a paso las principales técnicas para realizar un cuadro. Los profesores que realizan estos vídeos son profesionales y facilitan todo el proceso a las personas para terminar la pintura que prefieran.