China

China: algunas pinceladas de lo que ver y disfrutar en un viaje

Este es el año de la rata. A pesar de que en España y en Europa la rata es uno de los animales más despreciados, no sucede lo mismo por parte de los habitantes del gigante asiático, donde es considerada sinónimo de amor y prosperidad. Estas fiestas, que están llegando a su fin, han despertado un año más las ganas de conocer el país de primera mano y, buscar un viaje a China organizado para el próximo período vacacional, es una opción en la que cada vez piensa más gente.

Sí. La globalización ha hecho que el mundo sea cada vez más pequeño y que las culturas lejanas sean cada vez más cercanas, identificando ya perfectamente algunas tradiciones que antes se entendían como un todo.

En este sentido, aunque Vietnam, Tailandia y ahora Birmania y Filipinas ocupen muchos de los destinos de vacaciones de los españoles, también Japón y China se presentan como una buena posibilidad de viaje, por su variedad e, incluso, ¿por qué no?, como destino de luna de miel.

Aldea Qianhu Miao

De hecho, Asia ya empieza a desbancar a América – sobre todo a Estados Unidos – en cuanto a los destinos más de moda en los recién casados, precisamente porque se trata de una cultura muy distinta a la española o europea y  de la que se conoce mucho menos.

Así, es común que muchas personas que viajan hasta NYC con mucha ilusión tienen después  la sensación de conocer ya todo por la cantidad de veces que han visto esos mismos escenarios en películas. Esto no sucede cuando se viaja hasta China.

Por lo tanto, si estás planeando un viaje a Asia, a continuación aconsejaremos lugares y otras actividades que no puedes perderte de este gran país.

  1. La ciudad Prohibida: Se encuentra en Pekín y es un gran complejo palaciego de cerca de 720.000 metros cuadrados con más de 70 palacios. Es patrimonio de la UNESCO y atrae la atención de multitud de visitantes. Construido en el siglo XV durante la dinastía Ming, se llama así coloquialmente porque no se podía acceder a ella sin una autorización expresa. La Ciudad Prohibida, su magnífico entorno y sus construcciones tan tradicionales no dejan indiferente a los visitantes, a los que se les recomienda sacar la entrada por internet y tener mucha paciencia, ya que la cantidad de turistas que pueda haber impide un acceso tranquilo.
  2. La Gran Muralla China. Esta es otra de las perlas del gigante asiático. Se dice que es una de las cosas que se pueden ver desde la luna. Seguramente se trate de una leyenda urbana  y habrá que esperar a que se democraticen los viajes a la luna para comprobarlo en primera persona. Esta muralla, también patrimonio de la humanidad, surgía para defender el imperio chino en las fronteras con Mongolia y Manchuria durante la Edad Media. Pero esta fortificación ya está datada del siglo V a. C, lo que hace que sea aún más espectacular. Su recorrido es de 21.200 km de largo.
  3. Los Guerreros de Terracota. Se encuentran en Xian y sus excavaciones arqueológicas han hecho de esta ciudad, un importante centro en la Ruta de la Seda, un fuerte centro de turismo, sobre todo para los amantes de la historia. Pero no sólo se puede admirar la belleza de estos guerreros, la ciudad de Xian tiene muchos otros atractivos y uno de ellos, sin lugar a dudas, el Barrio Musulmán, que hace hasta dudar de si nos encontramos en China o Marruecos, o el monte Huashan, una montaña sagrada cuya dificultad ya ha traspasado fronteras.
  4. Hong Kong. Muchas personas que van China también se reservan unos días para visitar este centro financiero, antigua colonia británica, cuyos rascacielos trasladan a cualquier ciudad financiera de Europa o América. Aquí, incluso, se encuentra un parque temático de Disney, uno de los atractivos más importantes para los más pequeños.
  5. Templos, pagodas y religión. Si algo tiene de espectacular este país, como lo tiene Japón, son sus templos y pagodas que, unido a otros elementos tradicionales, hacen que sus visitantes queden totalmente maravillados ante las costumbres y ritos.
  6. Gastronomía local. La comida china es muy famosa en todo el mundo, pero siempre es más interesante comer la original. No es que no se pueda encontrar un pato laqueado en Pekín o un bao relleno de verduras, pero algunos platos que conocemos, como los rollitos de primavera o el arroz tres delicias, pueden cambiar bastante. Igualmente, se aconseja abrir la mente y vivir la experiencia de lo que puede ser comer larvas de abejas o pies de pollo, porque, sin duda, son algunos de los manjares más típicos. Y, en todo esto, no te puedes olvidar de tomar una buena taza de té verde y viajar por la cultura de esta hierba que, en un primer momento, se utilizaba para medicina y después, antes de popularizarse, era bebido por los monjes para ayudarles a la meditación.

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