El Comité noruego del Nobel otorgó el viernes su famoso Premio Nobel de la Paz al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, el artifice de una la reconciliación con Eritrea. Etiopía está “orgullosa como país” de Nobel otorgado a Abiy Ahmed, respondió la oficina del Primer Ministro de Etiopía. Por su parte, la ONG Amnistía Internacional dijo que el Nobel de Abiy Ahmed debería alentarlo a “más reformas” para los derechos humanos.
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Una reconciliación entre dos hermanos enemigos
Desde su llegada al poder en abril de 2018 después de varios años de protestas contra el gobierno, Abiy Ahmed ha comenzado a acercarse a Eritrea, una antigua provincia etíope. Después de una reunión histórica el 9 de julio de 2018 en Asmara, la capital de Eritrea, el presidente de Eritrea, Issaias Afeworki, y él mismo pusieron fin a un estado de guerra de 20 años entre los dos hermanos enemigos.
Aclamado como un visionario y reformador, el joven líder, de una familia pobre, ha infundido cierto optimismo en una región del mundo donde es muy inusual. Pero el entusiasmo pronto dio paso a la frustración. La frontera entre los dos países se cierra de nuevo, la firma de acuerdos comerciales no se acerca y Etiopía sin litoral aún no tiene acceso a los puertos de Eritrea. El camino por recorrer antes de una paz firme y final aún es largo, dicen los analistas.
“Reconocimiento y aliento”
“El Comité Nobel noruego espera que el Premio Nobel de la Paz fortalezca al Primer Ministro Abiy en su importante trabajo por la paz y la reconciliación”, dijo el presidente del Comité Nobel noruego Berit Reiss-Andersen. “Esto es tanto un reconocimiento como un estímulo a sus esfuerzos”, dijo. “Somos conscientes de que queda mucho trabajo”.
Lo mismo ocurre a nivel interno: Abiy rompió con el autoritarismo de sus predecesores, liberó a miles de prisioneros políticos, creó una comisión de reconciliación nacional y levantó la prohibición de ciertos partidos políticos. Pero sus esfuerzos también se ven obstaculizados por obstáculos.
Muchos dudan de su capacidad para cumplir su promesa de celebrar elecciones “libres”, “justas” y “democráticas” en mayo de 2020 debido a la violencia entre comunidades que está desgarrando al país y complicando un censo siempre hipotético. Por lo tanto, este premio es un impulso bienvenido para el líder de 43 años.
Greta Thunberg entre los favoritos
Este año se identificaron unas 304 candidaturas, pero las identidades se mantienen en secreto como de costumbre, mientras que las casas de apuestas han multiplicado las conjeturas.
Entre los nombres que circulaban antes del nombramiento se encontraban Greta Thunberg, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o la Asociación Mediterránea de Ayuda al Migrante SOS.