Emprender un negocio puede llegar a ser, hoy en día, mucho más complicado que hace algunas décadas. La competencia ha crecido y las instituciones de crédito son cada vez más exigentes y se muestran menos dispuestas a dar dinero a proyectos que no mantienen una seguridad específica.
Es por ello que el crowdfunding es una buena forma para que pequeños y medianos empresarios puedan contar con el apoyo que necesitan siempre que lo necesiten.
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Qué es el crowdfunding
Arrancar un proyecto nuevo puede depender de muchos factores. La idea, la adecuación del proyecto y la financiación del mismo. Para muchas personas esto último es lo más complicado, ya que se debe contar con una cantidad mínima para poder poner en marcha el negocio. Es así como se hace importante acudir a préstamos y créditos, sean de instituciones o de particulares, que permitan lograr llegar a la cifra necesaria.
Desde finales de los años 80 en España se empezó un movimiento actualmente conocido como crowdfunding. Dicho año, el grupo “Extremoduro” consiguió grabar un álbum con la ayuda de donaciones realizadas por inversores privados. A pesar de ello, este concepto no quedó establecido hasta 1997, cuando el grupo musical “Marillon” logró financiar su gira por los Estados Unidos con los donativos provenientes de sus fans.
De esta manera podemos decir que el crowdfunding es una herramienta de financiamiento que permite al emprendedor cumplir con sus objetivos y compartir su idea, dándole la oportunidad a las personas, de forma particular, de que puedan apoyar su causa brindándoles ayuda económica.
Esto quiere decir que el crowdfunding es una forma de financiación colectiva que puede utilizarse para diferentes tipos de proyectos, sean estos empresariales, artísticos, humanitarios e incluso políticos.
¿Cómo funciona el crowdfunding?
Que puedas poner en marcha un proyecto de crowdfunding es relativamente sencillo. Lo único que debes tener en cuenta es que deberás pertenecer a una comunidad dentro de alguna de las plataformas existentes de crowdfunding y contar con un proyecto que sea interesante y debidamente estructurado, de forma que pueda invitar a los inversores a participar en él.
El proceso en sí se divide en solo 3 pasos:
- Envío o presentación del proyecto. Este proyecto debe realizarse manteniendo la información relevante del negocio a emprender. Es así como deberás presentarle a tu comunidad un informe detallado que contenga una explicación detallada de la idea a realizar, así como objetivos, cantidad de dinero necesaria, el uso que tendrá ese dinero y el tipo de crowdfunding que se espera obtener. Estos puntos son determinantes para darle seguridad al inversor.
- Valoración del proyecto. Algo característico que tienen estas comunidades de financiamiento es que su plataforma permite que el proyecto ofrecido sea valorado antes de su publicación. Esto se realiza mediante el análisis de los aspectos más relevantes del proyecto y le indica al contribuyente el potencial que tiene el mismo.
- Tiempo de vida del proyecto. Una vez que se ha publicado el proyecto, este cuenta con un tiempo de vida límite, en el cual se puede obtener dinero para realizar la inversión. Concluido el tiempo, el proyecto es cerrado, aun cuando no se haya llegado a la meta deseada.