Las nuevas formas de transporte se abren paso de manera inexorable durante los últimos tiempos para dar lugar a unos medios más consecuentes con el medio ambiente y menos perjudiciales para la salud de las personas que viven en las grandes ciudades, que comienzan a aquejar de manera muy especial los efectos de la masificación. Así, las denominadas mediadas “verdes” para desplazarse de un punto a otro se encuentran a día de hoy más en boga que nunca, lo cual ha traído consigo una pequeña revolución en el ámbito individual para millones de ciudadanos alrededor del mundo.
A los medios de transporte compartido que copan las principales capitales de todo el globo, como los coches eléctricos, los patinetes o las bicicletas eléctricas, se han sumado también aquellos de propiedad particular, que cada vez son más debido a la conveniencia y ahorro que suponen. Entre ellas, las bicis con componentes eléctricos, plegables en muchos casos, destacan por encima del resto de opciones como el medio de transporte preferido por unas ciudades que cada vez dan más protagonismo a carriles bici y medidas para ciclistas.
Un interés creciente hacia este tipo de opciones de transporte que ha provocado un florecimiento de modelos, marcas y fabricantes de todo tipo que ponen a disposición de los potenciales clientes sus propias apuestas y soluciones de desplazamiento a pedales. Ante ello, saber escoger la más adecuada marcará la diferencia a la hora de moverse a diario por el entorno urbano.
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Los modelos biplaza son un acierto
Las opciones que uno tiene a su disposición si quiere hacerse con una bicicleta eléctrica son inmensas y varían entre sí, pero recientemente están comenzando a adquirir especial tracción los modelos como el que plantea esta smart e-bike de dos plazas llamada cuca bike, que está más próximo al concepto de motocicleta o ciclomotor que al de una bici al uso. De esta forma consigue aportar ventajas que van más allá del aspecto físico, como una aceleración sin pedaleo o espacio para poder transportar objetos cómodamente, algo que puede resultar esencial en el contexto cotidiano.
De entre lo más importante a considerar en este tipo de productos se encuentra, como no podía ser de otra manera, la autonomía que pueda ofrecer. Concretamente, el modelo mencionado dispone de una capacidad para ofrecer servicio durante 40 kilómetros sin tener que pasar por la estación de carga, lo cual será suficiente para la amplia mayoría de los desplazamientos que uno pueda hacer en ciudad. Esta batería se recarga completamente en cuatro horas y, en cuanto a potencia, la cuca bike da al usuario una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora.
Son de agradecer, no obstante, que además de los puntos clave con los que cuentan estas bicicletas el fabricante decida incluir algunos extras o añadidos que puedan hacer su uso más cómodo. En el caso de este modelo se puede encontrar alarma antirobo, bloqueo de rueda trasera, freno de disco delantero, conexión USB y luces LED. Todo ello aporta elementos de utilidad diarios que podrán, en mayor o menor medida, mejorar la experiencia con la bicicleta durante el tiempo que se disfrute de la misma.
Alternativas para cada caso concreto
Habida cuenta de la citada gran cantidad de opciones existentes en la actualidad, lo más importante a la hora de completar la adquisición de una bicicleta eléctrica es sondear el mercado y en busca de los últimos modelos que hayan visto la luz y que, por consiguiente incorporen la última tecnología. Los avances en materia eléctrica se suceden de manera constante a día de hoy, pudiendo en cuestión de pocos meses disponer de modelos más veloces, con mayor autonomía o con una carga que se complete en un total de tiempo menor.
Compañías como Xiaomi, por ejemplo, están sabiendo explotar esto muy bien, asociándose con otras empresas para comercializar diferentes modelos que son atractivos para efectuar los desplazamientos cortos del hogar al trabajo y viceversa. Opciones como la cuca bike, además de para esto, pueden dar algo más de libertad y permitir cubrir distancias más largas con una comodidad añadida, siempre teniendo en mente que la limitación principal es la autonomía.
No extraña, en definitiva, que el uso de las bicicletas eléctricas se haya multiplicado de manera exponencial en los últimos años y continúe creciendo a buen ritmo a día de hoy. Suponen, en pocas palabras, transporte sano, ecológico, sostenible y hacen de la ciudad un espacio mejor para vivir.